Desde que mi mundo es mundo…

Desde que mi mundo es mundo he sido desordenada, y no pondré la excusa de que mi desorden es orden. Porque no, no, mi desorden es desorden en el estado puro de la definición.

A mi madre le inquietaba mucho el asunto, intentó corregirlo con todo su empeño, pero no encontró otra solución que la de cerrar la puerta de mi habitación cuando llegaban las visitas.

¿Qué puedo decir?, sigo con mi desorden, con esa idea abstracta de cómo deben ser colocadas las cosas, y es que como decían en aquella película "Nadie es perfecto"

Autor: © 2017 Inma J. Ferrero

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