Hay veces…

Hay veces que la nostalgia se anuda a la garganta. Que las palabras adelgazan volviéndose sombras de sonidos imperceptibles. Que el deseo invade cada centímetro de quienes somos, y en esta lucha perdemos por voluntad propia.

Confieso que añoro las mariposas que revolotean en mi estómago cada vez que me miras, el sonido de tu voz al pronunciar mi nombre, o todas aquellas palabras que en ti, me parecen mágicas y nuevas. Añoro también esos besos en los que pierdo el aliento y que recuerdo cada instante.

Autor: © 2017 Inma J. Ferrero

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