Me encanta pasear a primera hora de la mañana, cuando la calle aún está bostezando y se respira el frescor del relente.
En ese momento de pasos perdidos, mi mente vuela de una idea a otra, me recreo en las imágenes que ella me va ofreciendo tan generosamente, y siempre acabo pensando: "¡Qué fácil es ser feliz en el silencio, cuando este te salva del bullicio, aunque sólo sea por un instante!".
Autor: © 2017 Inma J. Ferrero