LA FUNCIÓN DE LAS EMOCIONES

Por José Marcos Gamarra (Profesor de Piano. Compositor y Pianista)


En nuestro quehacer diario, nos rodeamos de situaciones de manera voluntaria e involuntaria que nos producen diversos efectos. Estos efectos se ven reflejados en respuestas fisiológicas muy evidentes y verificables como la sudoración en el cuerpo o pulsaciones aceleradas de nuestro corazón, ojos brillantes con mejillas rosadas o a nivel conductual exponiendo los más primitivos o sofisticados mecanismos de defensa ante adversidades.

Estas señales evidentes de cambio en nuestra persona, nos invitan a prestar atención al momento vivido y a analizar el porqué de estas respuestas. La evidencia de un cambio en nosotros delata la presencia de un poderoso aliado en nuestro ser. Un aliado presente que nos ha permitido desarrollarnos a lo largo de nuestra historia: la emoción.

Etimológicamente, emoción (emotio) describe algo que se pone en movimiento. Pero es mucho más si tomamos en cuenta la parte bioquímica, energética y fisiológica que entra a tallar ante un estímulo percibido de manera exógena.

«Las emociones nos permiten sentir el mundo que nos rodea…»

¿Quién no ha sentido alegría ante la presencia del ser amado? ¿Cuantos de nosotros de sentimos tristeza o pena cuando estamos abatidos o desolados? ¿Quién no respondió con ira ante la injusticia? ¿Quién no ha sentido temor ante un suceso nuevo y de gran envergadura de nuestra existencia?

Las emociones nos permiten sentir el mundo que nos rodea y gracias a ellas hemos podido sobrevivir a los peligros del mundo. La mayoría de autores propone seis emociones básicas en el ser humano y son: alegría, tristeza, ira, asco, sorpresa y miedo. Estas emociones básicas son instintivas es decir, vinieron con el ser humano sin un aprendizaje previo. Cada una posee una función específica y precisa para nuestra vida por tratarse de la comunicación directa con el mundo. Cada emoción genera un sentimiento que se traducirá a modo de pensamiento que desemboca en una idea para luego transformarse en una creencia que, a posteriori, será la manera de concebir el mundo.

«Existen experimentos musicales realizados en bebes de solo 3 días que reaccionan al estímulo musical…»

Es natural que cada ser humano perciba el mundo de acuerdo a su canal de información. Estos canales personales sirven para captar la realidad que nos rodea y son básicamente de tres tipos: visual, verbal-auditivo y kinestésico. Cada género desarrolla un canal de información de manera muy particular dependiendo muchas veces de la experiencia de vida. Sin embargo se le atribuye mucha facilidad en la captación de información por medio del canal visual al género masculino y al kinestésico junto con el verbal auditivo para el femenino.

La música, poderosa aliada de la emoción, nos brinda información semántica y emocional a la vez, más que ningún otro estímulo. Existen experimentos musicales realizados en bebes de solo 3 días que reaccionan al estímulo musical de manera evidente. La reacción a una canción de cuna es muy instintiva y agradable gracias a la ubicación de su tempo calmado e intensidad moderada en una tonalidad mayor muy afable para el infante por la exactitud y simetría de su progresión. La emoción evocada por estos bebes es de alegría En la música tenemos elementos musicales siendo la melodía el elemento emotivo por excelencia.

La principal función de la emoción gracias a nuestro canal es brindarnos la información real del momento que vivimos. Además, las emociones cumplen una función de corte social ya que ellas permiten adaptarnos al entorno. Por ejemplo, la alegría se puede transmitir y contagiar abriendo relaciones con el grupo humano en donde uno se encuentra, la ira por el contrario busca establecer límites y delimitar un territorio ante amenazas de peligro, la tristeza busca la abstracción del entorno para el recogimiento personal y su posterior reestructuración algo muy común ante un sisma de gran impacto y finalmente el miedo nos moviliza para la acción agudizando los sentidos y las reacciones o nos bloquea para que no se pueda dar un paso en falso.

Existen mecanismos de defensa contra la emoción desarrollados por el humano principalmente de manera inconsciente que tiene como fin defenderse de aquellas emociones que pueden ocasionar angustia o ansiedad. Estos mecanismos van desde primarios hasta complejos. Como un ejemplo de mecanismo de defensa primario tenemos el retraimiento que nos acoge ante un momento funesto. Como ejemplo de un mecanismo de defensa avanzado tenemos la sublimación que transforma la emoción inicial en una actividad elevada buscando encontrar una satisfacción derivada y adaptativa de aquellos impulsos que no pueden ser expresados directamente.

He aquí la importancia de percibir de manera adecuada nuestras emociones, ya que nuestro equilibrio dependerá de la sinceridad con la que reconozcamos lo percibido y lo analicemos. La emoción es entonces activada por un estímulo externo (situación) o interno (idea/recuerdo) y necesita de un aliado muy fuerte y objetivo: La razón. De esta manera, y con ayuda de la razón, la emoción tendrá un momento para su análisis, su interiorización y una traducción adecuada para su exposición con el entorno sin mayores problemas. No es bueno andar llorando por todos lados o lanzando cosas en un estado puro de tristeza o ira, pues todo tiene momentos, maneras y formas. El adecuado análisis racional ante un estímulo adverso dará como resultado la exposición de mecanismos de defensa avanzados que permitirán comportamientos idóneos sin dañar a nadie.

La inteligencia emocional nos permite un reconocimiento de las señales que se nos presentan en nuestro caminar por el mundo, así como el control de nuestras respuestas sobre las decisiones más adecuadas e inteligentes para no meternos en problemas. El binomio emoción–razón no debe excluirse en la búsqueda de este fin. Recordemos que la información que se nos proporciona cuando existe un componente emocional, se transforma en conocimiento y este puede quedar instaurado por el resto de la vida.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *