LA GUERRA CONTRA EL CLICHÉ “DESDE” EL CLICHÉ
Palabras amasadas
Por: Alberto Masa, el de los libros
“En la vida no me ha pasado nada, así que todo lo que he escrito me lo he tenido que inventar” (Rafael Azcona)
Es por la mañana según la situación del sol. Lo ubico en el Edén, al igual que la ventana de mi cuarto. Preparo el calambur / pleonasmo / aerolito: No sé si estoy loco o son sólo cosas mías. Lo publico en Facebook. No tengo certeza de cuándo fue esto. Eso de madurar la obra… eso que dicen que tardó Rimbaud en escribir “Barco ebrio” (¿Dos años eran? ¿Tres?), seguido de La temporada (elevación del Yo) e Iluminaciones (o al revés, duda Pere) es algo que, lo siento, pero yo no me lo creo. Cada vez regreso más a la edición completa de sus obras anteriores y cada vez me son más cojonudas. Grande en Michon (mucho) y grande en Henry Miller (suficiente). Eso de sus aventuras en África lo dejo para mitómanos (Nicholl y el propio Rimbaud en las cartas a su hermana desde Abisinia). Mi trazo, de existir un Yo, se reduce al calambur / pleonasmo / aerolito antes nombrado. ¿Escaso? “¿Y a mí me llaman vago? Si recogieran mis folios escritos… el resultado serían toneladas. No sé los camiones que…” (Cela, traducido en recuerdo, a pesar de las comillas). Pronto volverá Cela, dice AÁS, y entonces regresaré al día de invierno en el que fui contratado como monitor de cocina en la granja escuela El Álamo. Entonces el bar El Vivero estaba abierto. Entonces ya se habían llevado las cámaras ocultas de esta casa. Entonces Umbral, amigo impar de Cela, se denominó a sí en “Cela, un cadáver exquisito”, seguía inventando literatura bajo pretexto de crónica en la parte de detrás de los periódicos. “Soy un vendedor de estilo”, dejó dicho en Un ser de lejanías. Han pasado muchos años. Y demasiado pocos. Es de noche. Orgullo (poco / mediano / mucho), paciencia, tecleo e Ibuprofeno. Debilidades: Aquel que me crea. Y ni eso. Cela se levantará de su tumba. Umbral se levantará de la suya. Y pondrán flores en la mía. Haremos un trío de vivos-muertos. Tan maricón es el que da como el que toma, dice el pensionista borracho de Valseca, de no ser yo, sino otro… No tiene pelo y su mirada es infantil y azul. Acude al bar de Marcial con una camiseta del F. C. Barcelona. Pero el bar de Marcial ahora se llama de otra manera. Cada año mueren uno o dos o tres. Se van jubilando las barajas de la estantería y no nace gente. Eres tan bonito, me dijo EZM en 2006. Eres tan bonito, me dice LRT en 2015. Escribir es una manera privilegiada de leer. Ambas cosas consisten en averiguarse. Verse. La poesía eres tú cuando te ves, dejó AMV escrito en un folio en 1998, influido por el mito de Orfeo (del cual recomienda el incipiente De Orfeo a David Lynch) que aún no había asimilado, y luego dejó de dormir hasta que le sobrevino la catatonía. El movimiento Dada nació en Plutarco, una tradición que llegó hasta Gómez de la Serna y su maniquí. El resto son Francia, la guerra contra el cliché, pero a través del cliché y las vanguardias del XX. Berlín, París, Nueva York, redes sociales… Nada reconocible en 2025. Hay quien dice que dentro de cien años seguirán viéndose películas de Clint Eastwood. La prosa llegó a Virgilio; nunca revisitado hasta Schiller (luego Goethe). La obra más puramente Dada, atendiendo a los siete manifiestos de Tzara (autor del sobrevalorado El hombre aproximativo), es Lenin-Dadá (Ed. Península, 32 años), de Dominique Noguez. Le prometí una reseña bajo los escasos medios con los que contaba, blog LSC, a MFC en vida de MFC. Fue una fraternidad oculta lo mío con MFC. Lo sigue siendo. Enfrente de su inodoro tenía enmarcada la portada de El País del 12-S. Y, al lado, un dibujo realizado por mí (y enmarcado por MCVLl) en 2002 o 2003. No me creo nada, dice M, mi psicóloga y coach. Conmigo no te valen las caras, dice M, mi psicóloga y coach. ¿Qué caras? Soy en todo momento una imagen del padre, de los miles de padres que pululan en una sola mente, dividida en tantas cabezas como padres. Quisiera parir, pero no soy mujer. Si fuera mujer, pariría. Si fuera homosexual no pasaría absolutamente nada. Lo sería y ya está. Si fuera Mae West lo sería y ya está. “Iremos a un museo” “¿Qué es eso?” Le dijo Mae West a un tipo la mar de guapo y salao en una limusina. Las cosas no han cambiado demasiado en Hollywood desde 1918. En España tampoco desde el 23-F (LMP). Hoy mamá ha dejado el televisor de la cocina puesto mientras yo preparaba una infusión. Los representantes de los diferentes partidos políticos eran representados a través de un primer plano ¿Arte y pueblo? ¿España? ¿Pensión? ¿Eneatipo? LRT le decía hace dos o tres semanas a un amigo que no entendía muy bien a la gente que no atendía el atardecer, absorta en teléfonos móviles. La música llegó a John Cage, recordó un Umbral algo ya senil. Escucho la música que dice que le gusta a LRT como EZM escuchó la música que yo dije que le gustaba a AMV hace diez años. O 500. Si me da tiempo a atarme los cordones de los zapatos el 20-D votaré a Oteiza. “Cuando me agacho para ponerme los zapatos por la mañana, pienso: Ah, Dios mío, ¿y ahora qué?” dice LRT en boca de Bukowski en Facebook. Es una portada de un libro impertinentemente caro de Contraseñas (Anagrama) en 1996 o 1997. Fernanda Pivano hace lo que puede para desmontar a Bukowski, pero él ya ha muerto, ya es el personaje que ha creado, ya ha pasado. Elvis había hecho lo mismo con el rock treinta años antes. Si los niños quieren enterarse de quién era Bukowski que lean la puta Correspondencia con Sheri Martinelli, publicada por Señor Hidalgo. ¿Tono bajo? ¿Aprendizaje? ¿Sumisión? ¿Mujer bella? Una freak me dijo que le apenaba acostarse con Bukowski cuando se acostaba con AMV en un tiempo ya lejano. AMV entró por amor en una sede de San Juan de Dios (institución coercitiva) y, en lugar de tratarle por lo que sus padres le ingresaron allí (borrachismo y ridículo -suyo-) le trataron por esquizofrenia paranoide. Engordó mucho. Una vez JAL le tiró una fotografía y AMV la puso en Facebook: ¿Yo soy esto? Ahora está flaco, dicen. Cuando uno va a hacer 40 tiene la cara (y el cuerpo) que se merece (¿Pavese?), pero AMV todavía no ha cumplido los 40 años, por mucho que los haya cumplido 40 veces. Y por mucho que no esté muerto. Y por mucho que no sea diferente a eso que llaman “la gente”. A ese jovencito desdentado que pide para unas galletitas con el desayuno (línea 4). A esa señora con muletas que pide para dar de comer a sus cuatro hijos (línea 10). A ese preso que acaba de salir de la cárcel con la sana intención de rehacer su vida (línea 5). A las fosforescencias navideñas de Vodafone Sol y los cruces, señoras y caballeros con bolsas de Fnac o Corte Inglés, con sus hijitos/as portando un globo de plástico y gas en el que pone Hello Kitty. A la cola de teatros y conciertos, de museos y jardines. El “estilo” se pierde con la “autenticidad”, la “autenticidad” se pierde con la “exhibición”. Las líneas del Yo íntimo y el Yo público se mimetizan y terminan siendo ósmosis o, mejor, caricatura o, mejor, epitafio. Ya soy mi nada, barata, muy barata. Así fue.