FRÉDÉRIC CHOPIN | EL POETA
Por José Marcos Gamarra (Profesor de Piano. Compositor y Pianista)
“Su creación era espontánea, milagrosa. La encontraba sin buscarla, sin preverla. Aparecía en su piano, súbita, completa, sublime, o bien cantada en su cabeza durante un paseo, y él tenía prisa en hacérsela escuchar a sí mismo y se lanzaba sobre su instrumento. Pero entonces comenzaba la tarea más dolorosa a la que haya asistido nunca. Era una de series de esfuerzos, de indecisiones e impaciencias para volver a captar ciertos detalles del tema de su audición: lo que había concebido como completo, lo analizaba demasiado sin querer escribirlo y su pena por no poder encontrarlo nítido, según él, lo hundía en una especie de desesperación…..”
Esta es la manera a en que George Sand describe el proceso de creación musical de Chopin, genio polaco y figura significativa del romanticismo del siglo XIX. Muchas veces se habla de la iluminación u obnubilación divina, tan necesaria para crear una pieza de arte. ¿Cuál es realmente el proceso mental por el que atraviesan los artistas para concretar una obra?
«La creación es para muchos, la máxima expresión de inteligencia…»
La labor del creativo está circunscrita a su experiencia personal en múltiples dimensiones. Las experiencias musicales y personales proporcionan al compositor de información relevante para su labor y esta se enriquece, aún más, si el compositor es a la vez intérprete. Como hemos visto en anteriores oportunidades, la personalidad y la psicopatología de la persona, en este caso del compositor, es un factor decisivo y determinante dentro del proceso creativo.
La creación es para muchos, la máxima expresión de inteligencia y está dividida en etapas. La iluminación para generar una obra no comienza de manera espontánea o improvisada ya que debe de tener, en su primera etapa, una preparación que debe llenar al compositor de una serie de conocimientos relacionados con la acción que va a realizar.
Como todos los compositores, Chopin necesitaba no solo de información musical previamente almacenada. Las vivencias emocionales sumadas a las sonoras, proporcionan el motivo central, núcleo vital y necesario para la creación. La información en la primera etapa es valiosa y vital para poder elaborar lo nuevo muy importante para el compositor. La segunda etapa estaría relacionada con la generación de las nuevas ideas a partir de una recombinación de los elementos del material antiguo en la forma. Un motivo dará paso a un contramotivo y luego a una frase (oración musical) para seguir con el carácter designado por la articulación de los sonidos, su registro, modo, para finalmente enmarcar todo esto en una estructura.
La tercera etapa, está relacionada con el momento de incubación o descanso en donde el compositor toma una pausa para evaluar lo que ha hecho hasta ahora para seguir en su camino.
«Las vivencias emocionales sumadas a las sonoras, proporcionan el motivo central, núcleo vital y necesario para la creación.»
La cuarta etapa, está vinculada a la iluminación es decir, la aparición de la idea clave y que va a separar de manera definitiva un producto del otro diferenciándolo por su particularidad exclusiva.
La última etapa, estaría relacionada con la evaluación final de todo lo hecho que es una verificación de lo que se ha trabajado hasta el momento.
George Sand nos sigue contando acerca de Chopin con su relato: “…..Se encerraba días enteros en su habitación, lloraba, caminaba, quebraba días sus plumas, repetía o cambiaba cien veces un compás, lo escribía y lo borraba otras tantas veces, y volvía a empezar al día siguiente, con una perseverancia minuciosa y desesperada. Pasaba seis semanas en una página, para volver a escribirla tal y como la había trazado la primera vez……”
Con esta descripción minuciosa acerca de la manera de componer de Chopin, Sand nos termina de dibujar a la perfección el perfil de su amado. Chopin era un genio en todo el sentido de la palabra pues no solo dejó una serie de obras de alta la calidad musical para la posteridad sino que llevo al máximo nivel a la forma balada y abrió una ruta técnica diferente, llena de posibilidades rediseñando la melodía y la forma típica del acompañamiento de piano. Sin embargo, su personalidad neurótica no le dejaba en paz dentro de la tercera, cuarta y última etapa de la creación. Los miedos, las dudas, obsesiones y los deseos por alcanzar la meta atormentaban tanto a Chopin que lo hacían entrar en conflicto para dar paso a un intenso sufrimiento.
Cuenta Bernard Gavoty en la biografía dedica a Chopin, que la primera balada le tomó al compositor polaco, seis años de creación. De las cuatro baladas, la primera era la preferida de Chopin y es una de las más hermosas sin duda alguna. No es difícil imaginar, a partir de la descripción de George Sand, el proceso de creación de la primera balada en ese tiempo a Chopin. Llena de periodos de mucho contraste y con un tema bellísimo en sol menor que aparece y desaparece para dar paso a temas secundarios no menos hermosos; la Balaba número uno es el fiel retrato de un proceso creativo lleno de belleza, iluminación y sufrimiento.
Cuenta la historia que poco antes de morir, Chopin adopta la decisión de quemar parte de su material creado. Deja una nota señalando que dicho material no puede ser bajo ninguna circunstancia publicado. Para consuelo de todos, dicha orden no fue llevada a cabo y podemos disfrutar de todas las esas obras señaladas hoy en día como los opus póstumos.
Chopin, el genio que revolucionó el mundo del piano no solo nos dejó una gran variedad de obras de gran belleza e interés a nivel técnico sino que elaboró una serie de comentarios en bocetos para orientar a futuros músicos, dentro de los cuales destaca el siguiente:
“Las palabras provienen de los sonidos; lo sonidos existían antes que las palabras. La palabra es determinada modificación del sonido. Los sonidos se utilizan para crear música, tanto como las palabras el lenguaje. El pensamiento se expresa por sonidos; una expresión humana mal definida es apenas un sonido. El arte de manejar los sonidos es la música. El movimiento que se realiza para doblar una muñeca es comparable con el que se realiza para modular el aliento en el canto”