MICROGRAFÍAS | IRENE SÁNCHEZ CARRÓN
Por: Juan Ramón Jiménez Simón
MICROGRAFÍAS
Irene Sánchez Carrón (Autor)
Editor: VISOR
ISBN-10: 849895326X
ISBN-13: 978-8498953268
Pequeñas aclaraciones…
Celebrar las pequeñas cosas de la vida, aparente insignificantes, pero trascendentales en el devenir de la vida, constituye el factótum meditativo y templado de una poesía que reivindica una mirada que va más allá del caos y del orden, de la fragilidad y de la fortaleza, del misterio a la claridad. “Micrografías” (Visor, 2018), de Irene Sánchez Carrón, es un poemario de pequeños brillos que nos devuelve la humanidad perdida por tantas sin razones “como si no hubiese lugar / donde guarecerse”.
Con versos de calidad, Irene Sánchez realiza un examen de conciencia de las experiencias claves sobre las que ha ido construyendo su vida: impresiones de euforia y derrota, de sufrimientos y goces extremos, en sus “lazos/cajas vacías/envoltorios”. Se sabe seducida por “los ojos resignados de los que no han dormido y reciben el día como una rosa efímera”. En las composiciones, la autora se encamina hacia la memoria de los años vividos. Todo lo es en su relación apasionada. En sí, la poeta se confiesa como una “molusca gongorina” cuando Pablo Neruda exclama:
“Más la línea espiral, no sostenida
sino por aire y mar, oh
escalera, scalaria delicada,
oh monumento frágil de la aurora
que un anillo con ópalo amasado
enrolla deslizando la dulzura”
En la parte central de su obra, Irene Sánchez nada en cierto modo a contracorriente, utilizando el sabio manejo de los tiempos poéticos. De la infancia a la caducidad del tiempo, de la vitalidad a la fragilidad de lo cotidiano; tan magistral sus versos como “Un descuido y la agenda resbala de tus manos. / (…) / Días desparramados por el suelo, / tareas esparcidas por la acera, / (…) / Nombres desportillados, / direcciones marchitas, / planes hechos añicos. // ¿Cómo / recomponer tu vida?”
De ahí que la poeta se expresa en una pedagogía de la memoria evocadora, donde se asienta en gran medida su propio origen, cuando las horas transitan y necesita proyectarse en su hijo. O en su familia. Para abrazarse al desafío de repensar el vínculo intergeneracional ya que no es posible seguir sosteniendo la singularidad y la homogeneidad como punto de llegada. Quién lea los poemas de Irene Sánchez encontrará como punto de partida a la pluralidad que inevitablemente se constituye en el fin último de la existencia. Esto permite pensar, no ya en ‘una’ infancia o adolescencia sino en múltiples infancias y adolescencias, para dar cuenta a los distintos modos de contratiempos imprevistos. A partir de esta consideración nos interesa preguntarnos respecto de si al adoptar una mirada hacia la interioridad, desde la contingencia de lo esencial, no se estaría “limitando” la reflexión acerca de los traumas vitales. Desde un punto de vista sociohistórico, también surge la pregunta sobre cómo entender la poesía en momentos en los que la misma ya no constituye la promesa de un yo poético que alcanza la estabilidad en lo inestable del mundo.
Micrografías es un poemario donde la autora plantea una dialéctica en la que ella misma es quién construye el conocimiento en busca de su liberación del entorno opresivo: la conciencia ecológica, el papel de la religión, la mujer como persona que “deja de esperar / para gozar sin límites cada minuto mío”. Es revelador cómo la poeta comprende el mundo a partir del espacio donde los individuos imprimen ciertos significados en una interacción constante, donde ella misma reelabora nuevas construcciones, con el fin de acrecentar las bases de una identidad (ella misma) afiliada a una “puerta entornada /huye el tiempo veloz, la luz se extingue/ Un final / como tantos finales”. Por eso, el poemario impresiona por la fuerza vital de Irene Sánchez, quien nos enseña a experimentar la emoción del destino.
Irene Sánchez Carrón nació en 1967 en Navaconcejo, pueblo situado en el Valle del Jerte (Cáceres). Ganadora del Premio “Valbón” 1996 de Valencia de Alcántara (Cáceres) y del Premio “Hermanos Argensola” 1997 de Barbastro (Huesca), con el poemario “Porque no somos dioses”, publicado en 1998. Con el libro “Escenas principales de un actor secundario” obtuvo el Premio Adonais 1999 (Rialp, 2000). En 2001 colaboró en el libro conjunto “Siete poetas, siete poemas y una canción” publicado por la editorial De la Luna Libros. En esta misma editorial publicó en 2002 un pequeño libro de canciones titulado “Sevillanas”. Su obra “Atracciones de feria” apareció en 2002 en la colección Abezetario, publicada por la Diputación de Cáceres. En septiembre de 2008 obtuvo el premio de poesía Antonio Machado con el poemario “Ningún mensaje nuevo” publicado en la editorial Hiperión.