FELICIDAD GONZÁLEZ | POESÍA LATIDO A LATIDO

Por: Isabel Rezmo


La poesía tiene que ser vital, humana y cercana. Solo así podemos acercarla a la gente de a pie, convertirla en algo nuestro.

La mayor parte de las veces, puede que sin querer, nos alejemos de la voz poética que reside en lo sencillo, en lo externo. Que lo revistamos de otros sonidos, una máscara que esconde la verdadera peculiaridad del verso. Para ser poeta no hace falta grandes dotes de servilismo, de magnificencia.  Hace falta tener los ojos chispeantes ante las cosas que nos suceden, que amamos o que vivimos. Hace falta  no tomarse la vida en serio, gozarla, disfrutar de las pequeñas cosas que están  nuestro  alcance.

Este mes queremos que os acerquéis a la poeta que vamos a presentar sin tapujos, sin medias tintas, con toda la verdad y la poesía que encierra en su forma de entender la vida.

Felicidad González, Palma de Mallorca. Reciente la publicación de su primer poemario   “Versos despeinados y sin Maquillar” con la editorial Círculo Rojo, octubre 2017, nos acerca a su modo de ver la vida; la poesía, el mundo, la familia…

Ella habitual en su sonrisa, su descaro, su espontaneidad. El dejarse llevar por la vida, por el momento, el aquí y el ahora. Su pilar: su familia, su pareja con quien comparte el amor por la poesía; sus amigos y su nieto Samuel.

Mayte Albores afirma en el prólogo de su libro:

Para ella, el mundo y la vida sólo son posibles cayendo en un salto a un charco de risas, un corazón lanzado al vuelo  desde el puño abierto y a través de un espejo en el que se reconoce libre, niña y mujer (…)

“Mi vida ya no la cuento por años,
la cuento por besos,
la cuento por decepciones,
la cuento por abrazos,
la cuento por desengaños.
Los años que me quedan son los que cuentan
y esta vez, los escribiré más despacio.
No quiero perderme en las comas,
ni jugar con los interrogantes,
quiero saborear cada palabra,
recrearme en cada frase,
sentirme en cada trazo…”

R.P: Buenas tardes, Felicidad. Un placer tenerte en PROVERSO. ¿Qué ha supuesto para ti,  asomarte a la poesía?

F.G: Buenas tardes, el placer es mío, gracias por darme esta oportunidad.

Asomarme a la poesía ha supuesto encontrarme conmigo misma y conocer cosas de mi que desconocía, ahora me amo más y a la vez amo a los demás de otra forma.

R.P: No te voy a preguntar la dicotomía de decir si naciste poeta o se hace uno, pero si preguntarte, cómo fue creciendo en ti esta idea loca maravillosa de dejar versos o decirlos, a pesar de convertirnos en seres contradictorios en muchas ocasiones.

F.G: Te contestaré sin que me lo preguntes, no nací poeta, ni creo que lo sea, escribo sin más.

Hace tres años que me atreví en Facebook a publicar pequeñas cositas y comprobé que me hacía sentir bien y que había muchas personas que se identificaban con lo que escribía y me animaban a continuar, así que cada vez lo hacía más asiduamente hasta llegar a publicar cada día, tenía ya tanto escrito que me animé y un día decidí editar mi propio libro.

R.P:¿Te dejas llevar por la locura? o ¿La vida es demasiado “loca” para tomarla en serio?

F.G: Me dejo llevar por la locura, no sería la misma sin ella, pero esto no quita que no me tome la vida en serio.

R.P: El mejor verso que has escrito hasta ahora es…

F.G: Todo lo que escribo me gusta porque todo forma parte de mí y no es fácil elegir uno, pero puedo atreverme y dejarte uno:

Si tuviera que buscar entre todos tus versos
para quedarme con uno,
te elegiría a ti,
tú, eres mi gran poema.

R.P: Versos,  besos o ambos.

F.G: Ambos, los versos descargan mi alma, los besos alimentan mi corazón.

R.P: Germán tu pareja, es también poeta, ¿cómo se lleva el día a día? ¿Es difícil separar esa condición? ¿Cómo te ha influido a ti personal y poéticamente?

F.G: Bueno, es complicado explicarlo, realmente el poeta es él, lleva escribiendo toda la vida, yo como ya dije anteriormente sólo llevo tres años en este mundo y no me considero así, vivir con un poeta no es fácil, pero el hecho de yo también escribir me ha ayudado a entender que lo que se escribe es lo que se siente y a veces lo que lees duele.

Tiene una ventaja, cuando la comunicación falla, nos comunicamos por versos, a través de ellos plasmamos una necesidad, un malestar o simplemente una llamada de atención.

R.P: Los dos además compagináis la poesía y el teatro.

F.G: Sí, así es, hemos participado ambos en obras de teatro, aunque últimamente dedicamos tanto tiempo a la poesía que nos queda menos tiempo para el teatro.

R.P: Sois habituales en muchos encuentros y presentaciones, ¿Cómo ves el panorama poético?

F.G: Siempre que nos invitan y podemos escaparnos allá vamos, nos encantaría ir a todos, concretamente este año hemos viajado mucho presentando mi libro en diferentes ciudades.

La poesía cuando la vives desde dentro nunca tiene un final y mientras el poeta siga creando esta seguirá latiendo.

 R.P: ¿Podemos cambiar la conciencia con la poesía? ¿Crees que el poeta  tiene  un compromiso mayor o una mayor exigencia?

F.G: Se puede cambiar la conciencia con la poesía, yo soy una prueba de ello, yo no considero que el poeta tenga ningún compromiso ni siquiera ninguna exigencia, la poesía que nace de dentro tiene un valor, ayudar a quien la escribe como parte de una liberación y al que la lee ayudarle a cambiar su yo, a ampliar la visión, dándose cuenta que no está sólo que hay gente que siente como él y que a través de la palabra se renace.

R.P:Ahora mismo, ¿un deseo, un sueño…?

F.G: Deseo que el mundo cambie, que el amor nunca muera.

Y sueño con poder retirarme y trasladarme a un bello lugar sin ajetreo, siempre rodeada de la familia y de los amigos.

R.P: Gracias por estar con nosotros y brindar la ocasión de poder conocerte más a fondo.

F.G: Gracias a vosotros siempre, gracias por el trabajo tan bonito que hacéis y gracias por abrirnos esta ventana al mundo.

Besos y abrazos.

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