“ULISES 2016”, DE ÓSCAR BORGE. | TODO VIAJE ES INTERIOR.

Por: José María Herranz Contreras


ULISES 2016
Óscar Borge.
Casa de Poesía, editorial.
Costa Rica, 2016.
ISBN: 978-9968-675-88-8

 

Óscar Borge es un joven poeta nicaragüense, ligado al mundo de la abogacía y la política, que ha trabajado desde 2007 como diplomático de su país en Honduras y España. Viviendo a caballo entre los tres países, por su trabajo, actualmente está afincado en España, y colabora en la revista de poesía de Castellón, “Poetas sin sofá”, donde ha sido publicado en dos ocasiones. Su primer libro editado fue “Is there anybody out there?” (ediciones Paradiso, Honduras, 2011), inspirado en la película “The Wall”, de Pink Floyd, que como todos conocemos es una distopía que dibujó en los 80 una sociedad que engendraba ciudadanos fascistas como metáfora de la violencia intrínseca al sistema y al estado, y el paradigma de todo ello –su máxima expresión:  la locura de la guerra. En aquel primer libro, Óscar Borge ya apuntaba excelentes maneras poéticas, que ha desplegado y perfeccionado en este su segundo libro que hoy nos ocupa, “Ulises 2016”.

Me llena de esperanza –y es un soplo de aire fresco- comprobar que este joven poeta escapa del desértico panorama de la “joven poesía” actual, impulsada por muchas editoriales y premios de nuestro país. Pareciera que estos han perdido el norte y la razón, al impulsar la escritura –mala- de tantos y tantas diletantes (que más bien deberían acudir a talleres literarios para aprender y leer, sobre todo leer y formarse), en vez de publicarlos, porque aunque conecten con un público joven y vendan muchos ejemplares, la lectura de poesía es también un ejercicio de formación y creación de conciencia, y entre la lectura de pésimos textos o leer autores clásicos, modernos o de la vanguardia de la lírica española y latinoamericana –que los hay por cientos-, hay que procurar que el público joven lea a estos últimos. Nada va a aportar a los jóvenes leer los desahogos adolescentes o púberes sobre amores, desamores, sexo o drogas, cuando solamente son eso, desahogos emocionales, carentes de valor literario.

Escrito en verso libre y dedicado a Frida (entiendo que Kahlo), “Ulises 2016” comienza con 3 citas de Odysseas Elitis, René Char y Antonio Gamoneda (jóvenes: tomen nota de estos 3 maestros). Quizá las tres citas pudieran asociarse a cada una de las 3 partes en que el poemario está dividido, donde se supone que el poeta nos describe distintos aspectos de su particular odisea. La posible dedicatoria a Frida Kahlo nos recuerda, quizá, otra artista que a su modo fue también un Ulises fundamental de la historia del arte, con otro amplio recorrido interior en busca de su identidad, y con un rico legado que nos dejó.

En la primera parte, el moderno Ulises huye de la guerra –en lugar de ir a la misma para defender a su patria. En esta huida de la sinrazón occidental que destruye su país y su alma, escapa de la misma. Esto lo expresa con largos poemas en prosa de elevado lirismo, donde aborda con metáforas potentes y actuales la destrucción del humanismo y la perversión del lenguaje –el neolenguaje, como describía George Orwell en “1984”:

La libertad es la esclavitud;
reescribe:
T-R-A-B-A-J-O
D-E-S-E-O
H-E-D-O-N-I-S-M-O.

El poeta denuncia la nueva civilización globalizadora que se erige sobre la barbarie y la destrucción:

Erigimos la civilidad en la ceniza de las piedras, en el aullido filoso de la sangre y las costillas.

Tiberio sostendrá los orines y las entrañas que dibuja el rastro de los misiles.

En esta denuncia de la injusticia a pesar de su pago en sangre –primera cita de Odysseas Elitis- hay espacio para invocar el poder sanador y liberador de la palabra, frente a la barbarie del mundo en descomposición:

Palabra, has venido acá a ser liberada,
a ser la rueda que hace andar
el mundo de los sueños.

La segunda parte del poemario –quizá alusiva a la cita de René Char- orbita en torno a la idea del viaje interior, más que a la huida de la guerra. Todo viaje, fundamentalmente, es interior: el auténtico viajero adquiere dicho conocimiento. El punto de destino que todo viajero quiere alcanzar es el descubrimiento de la verdad, aprehender la naturaleza de lo auténtico, aquello que nos ha empujado a embarcarnos afrontando tormentas y adversidades:

Vi la energía que da forma a la piedra y al beso que abraza su mano.
Palpo mi sangre en el polvo de las constelaciones; mi cuerpo enciende la luz.

Y finalmente, la tercera parte, a modo de colofón sobre una idea de Gamoneda (tercera cita), conduce a la simplicidad de lo íntimo, a la soledad profunda del viajero cuya meta alcanzada ha enlazado con su origen, a la asunción del eterno periplo como ideal de vida. Lo importante no es llegar a Ítaca, sino el aprendizaje adquirido durante el trayecto.

La influencia de Gamoneda es manifiesta –su homenaje-, en estos versos:

Me niego a esta torpe frontera, a esta ausencia pueril de luz, porque detrás de la luz está la ceguera y más allá de la blancura el dolor y detrás del dolor, más dolor.

tuyo que con su propio nacimiento. De modo que el ciclo del viaje se cierra, es circular. Todo lo que debemos aprender y conocer en la vida debemos completarlo, por tanto, recorriendo el camino, nuestro propio camino.

A modo de adenda, el volumen se completa con un conjunto de poemas reducido de su primer libro, “Is there anybody out there?”, en un ejercicio de perfeccionamiento de los mismos. La patria del escritor es el lenguaje (Juan Gelman), por eso la poesía –la cumbre y abstracción del propio lenguaje- es la expresión más universal del sentir y pensar humanos, y en ella nos podemos reconocer. La riqueza verbal y metafórica de este joven poeta, Óscar Borge, lo aleja del común de la poesía simple y tópica de esa tan cacareada “poesía joven actual” que mencionaba anteriormente. Indudablemente, la poesía latinoamericana en muchos aspectos es más rica, barroca, sensual y compleja que la escrita en nuestra península. Me alegra que así sea, porque nuestra patria, como suelen decir los escritores, es la lengua, y la lengua es la casa de todos, la morada de la belleza.

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