ALBERTO MORATE: LA POESÍA «ES UNA NECESIDAD»
Por: Isabel Rezmo
Proverso trae en este mes de confinamiento, la figura de un poeta cuya actividad en el teatro, en la poesía es muy activa. Pero sobre todo descubrimos en él la necesidad, la enseñanza y la posibilidad de cambiar la comunicación y la expresión. Vivimos un momento que nos planteamos si todo va a cambiar en este sentido. Y puede que la poesía, la literatura el arte en general, nos de nuevas esperanzas o nuevas respuestas.Hablamos con Alberto Morate. Lleva una vida plenamente entregada a la literatura. Dio sus primeros pasos adaptando guiones y dirigiendo obras de teatro. Nació en Madrid. Es Poeta, Dramaturgo, Profesor de Lengua y Literatura, Director de Escena y cronista de teatro.Tiene publicadas varias obras de teatro en editorial CCS: “Voces Unidas” (2006), “Juan quiere tener miedo” (2007), “Alegorías” (2009), “El avión de papel” (2012), y en la Editorial Académica Española “Miguel Hernández, poeta” (2020)
Poemarios como: “Palabras sin título”(Editorial AMS – 1980), “Poseía Poesía” (Ediciones Alféizar – 2017), ”Del Haz y del Envés” (Editorial Poesía eres tú, 2016). “Epigramas de la Luna desnuda” (Círculo Rojo, 2018), “He llamado hacia nunca” (Grupo Tierra Trivium, 2019), “Amplexos, buces, zalemas y lamentos” (Editorial Chiado, 2019), “En un momento” (Editorial Autografía, 2020). En preparación para junio 2020 “Quien lo probó lo sabe” (Tierra Trivium)
En Editorial Bubok en formato digital tiene otra obra de teatro “A franquear en destino” que ganó el XIV Premio de Teatro de la Escuela Navarra de Teatro y un relato, “La estatua de Lope de Vega”. Ha dirigido multitud de Grupos de Teatro destacando entre ellos: Getam, Trivium, Grapa de Teatro, Érase una vez…, Disparate, y actualmente dirige el grupo “Ensayos”. Fundó en el año 2010 el grupo de teatro-poético-musical “Compañeros del Alma”, como dramaturgo, director y actor. Participa en varias antologías poéticas y Encuentros de poesía desde hace años. Es el organizador del Domingo Poético de la Casa de Córdoba en Madrid, con la participación de más de 45 poetas. Ha ganado el Primer Premio “Versos que calan” (2012) organizado por Verbalina, Poetap y Prosalus (Toledo). En Marzo de 2019 publicó la obra “He llamado hacia nunca”, y ahora nos trae “Amplexos, buces, zalemas y lamentos”. En octubre de 2019 ganó el Primer Premio del III Certamen de Poesía Internacional Maribel Sansano y Ámbito Cultural de El Corte de Inglés de la ciudad de Elche con “En un momento”, recientemente publicada por Editorial Autografía.
Para Alberto La poesía es “una necesidad”, pero no sólo escribirla y leerla como alimento del alma, sino “sentirla en lo que ves”, ya sea en “una hoja del parque o una nube del cielo”.

RP: Buenas tardes Alberto, un placer asomarte a Proverso, ¿De dónde nace en el poeta la necesidad de expresar? ¿En tu caso como se manifiesta? ¿A qué o a quién responde esa necesidad vital de expresar?
AM: Un placer y un honor para mí que contéis conmigo para hablar de poesía y literatura. En mí, la necesidad de expresarme poéticamente nace desde preadolescente con 12/13 años. Ya leía a León Felipe, y me entusiasmaban los sentimientos que transmitía. Yo, personalmente, necesito escribir, más que una actividad es una necesidad, un deseo imperioso que puedo ver cumplido cuando escribo. Desde siempre he tenido esa necesidad, bien a través de la poesía o del teatro.
RP: Has publicado teatro y poesía, ¿Cuál de las dos vertientes te inclinas más o las dos forman un equilibrio con su propio espacio dentro de ti? ¿Es difícil separarlas?
AM: Es difícil separarlas. Si bien es cierto que durante muchos años me he centrado más en el teatro, porque era lo que me daba de comer. Es decir, me he ganado la vida dando clases de dramatización y dirigiendo obras, por lo que mi actividad principalmente estaba relacionada con los textos teatrales. Al no encontrar los que se adaptaban a mis grupos, yo mismo los escribía. Pero en ellos ya incluía poesía también. Cuando mi actividad teatral ha disminuido, me he dedicado más de lleno a la poesía y de ahí que en los últimos años casi todas mis publicaciones sean poemarios. Pero nunca dejé de escribir poesía. Tengo, como se dice, cajones llenos con poemarios inéditos y poemas sueltos. En cuanto a que es difícil separarlas, a la vista está en que mi última obra de teatro publicada es precisamente sobre la vida y obra de Miguel Hernández.
RP: ¿Cómo llegaste a ellas?
AM: Llego al teatro por necesidad, (y por pasión, claro), ya que se convierte en mi profesión. Y a la poesía no es que llegue, es que está dentro de mí desde bien pequeño.
RP: ¿A la hora de escribir teatro quién o quienes han influido en ti? ¿Yen la poesía?
AM: En teatro, indudablemente, Lorca, poeta y dramaturgo, aunque Lope de Vega me entusiasma, así como aquellos autores de denuncia social del siglo XX, Buero Vallejo, Muñiz, Sastre. En poesía no puedo dejar de nombrar a mi primer poeta, León Felipe. Pero, además de Lorca y Hernández, Pedro Salinas, toda la generación del 27, en general, y Neruda, Blas de Otero, el gran Ángel González, Goytisolo, en fin,… son tantos.
RP: ¿Cómo ves la actualidad poética actual?
AM: Creo que está en alza, desde luego. Las redes han contribuido mucho a ello, afortunadamente. Pero, ojo, no confundamos poesía o poética con escribir diarios más o menos sentimentales de gente que cree que escribe poesía solo porque lo hace en versos, en decir, en líneas más o menos corta, pero solo nos cuentan lo que se les pasa por la cabeza. Debe salir del corazón y de la sangre. La poesía debe tener emoción, pero también cadencia, ritmo, esencia, y no hablo necesariamente de rima. Aún así, se sigue vendiendo, comprando, leyendo,… poca poesía. Aún me encuentro gente que me dice, “es que yo la poesía… como que no la entiendo”.
RP: Desde tu experiencia con los chavales, ¿Crees que el teatro tiene que adaptarse o crees que no se usan las herramientas necesarias (lo mismo que en poesía) para hacerlo más dinámico o accesible? ¿Falla el sistema, falla el planteamiento?¿Cómo lo ves?
AM: El teatro tiene una gran ventaja que parece que los prebostes de la educación no se dan cuenta. Es dinámico, se pueden dar otras materias, engloba otras artes (música, danza plástica, tecnología,…), desinhibe y modera a los hiperactivos,… solo le veo ventajas al teatro, debería formar parte del currículo escolar y no ser solamente una actividad extraescolar. En cuanto a la poesía, hay que prescindir más de datos, esquemas, e ir al alma, a lo que se quiere expresar, a que aprendan a leerla y sentirla.
RP: Con el bombardeo constante de información y nuevos canales donde procesar lo que sentimos y expresamos ¿Crees que estamos perdiendo calidad en la comunicación y en la expresión? ¿Dónde puede residir el peligro y el equilibrio?
AM: Pienso que la oportunidad de canales e información para degustar y participar de la expresión y la comunicación, la poesía, el teatro, la música, es buenísima. Solo le veo el inconveniente de la inmediatez. Es decir, se lanza y pronto pasa al olvido, tiene una fecha de caducidad muy rápida. Y por otro lado, de duración, de extensión. Si haces cosas muy largas la gente no las lee, nos la ve, no les interesa. Cuántas veces oigo eso de “¡uy, qué largo”, y me refiero no solo a poemas y libros, a todo tipo de manifestación artística.

RP: ¿Cómo estás viviendo las consecuencias de la pandemia, desde el punto de vista emocional, y comunicativo?
AM: Esto es una cuestión de mentalidad. Es verdad que nos ha venido un poco de sopetón, que no lo habíamos vivido nunca. Que puede dar la sensación de enjaulamiento, pero no. Es cuestión de adaptarse, de ver el lado positivo, de no desesperarse. Sé que no es fácil, por eso digo lo de mentalizarse. Hay que saber sacarle partido al aislamiento, a las horas libres, a la introspección,… no nos han cercenado la capacidad de comunicación, aprovechemos para hacer otras cosas o hacerlas más intensamente que antes. Ya nos desquitaremos. Y la capacidad de creación tampoco debería verse mermada.
RP: ¿Crees que ahora más que nunca la poesía tiene más sentido y responsabilidad?
AM: Totalmente. Constato que hay gente que necesita esa poesía, esos versos de aliento, esa aproximación emocional, ya que corporal no la podemos tener. La poesía, la música, el arte, en general, en ahora cuando más sentido adquiere. Porque no hay que buscar una respuesta crematística, sino de solidaridad.
RP: ¿Qué proyectos se han quedado “esperando” por esta situación?
AM: He tenido que suspender varios actos de presentación, encuentros, recitales, ferias del libro. Pero ya se harán, cuando sea el momento. Y, como decía mi abuela, si no pueden hacerse, es que no estaba por la labor.
RP: Para terminar, nos gustaría pedirte un verso, un poema cortito para los lectores de Proveso.
AM:
Hay tres gotas en mi cuerpo:
una de sudor por el esfuerzo.
Otra, una lágrima,
(siempre la llevo dentro)
y la tercera
es una gota de agua
que parece un espejo.
En él me reflejo
y estás tú y está el universo entero.
RP: Gracias por tu tiempo, por asomarte a esta ventana literaria.
AM: Gracias a vosotros por defender y difundir la poesía con pasión y con empeño. Un abrazo.