CANCIÓN NAPOLITANA (TERCERA PARTE)

Por: Alfredo Piquer Garzón


V.-

En 1907 Munthe se casa en secreto con Hilda Pennington dos décadas después de divorciarse de su primera mujer. Munthe establece condiciones un tanto radicales de distancia e independencia para el matrimonio respecto a Hilda y en principio, ella sumisa, se atiene y acepta. Pero es, de hecho, un  mal comienzo. Los celos terminan por amargar a Hilda que se instala en Biarritz con sus hijos y en Suecia donde Munthe ha construido una casa que él nunca llega a habitar. Al final de la guerra Hilda y sus hijos viajarán a Capri, a San Michele, pero es Munthe el que se retira entonces a su otra residencia en Materita. 

En el mismo año de 1907, Victoria de Baden sube al trono de Suecia. Axel Munthe es un  cosmopolita que habla cinco idiomas: sueco, inglés, francés, italiano y alemán. Y leemos que conoce a la princesa heredera de Suecia y Noruega Victoria de Baden en la consulta de Roma y también que fue en Capri, en el hotel ‘Quisisana’. De cualquier modo es nombrado médico de la familia Real sueca y médico personal de Victoria. Continuaría siéndolo cuando esta se convirtió en reina de Suecia y hasta su muerte en 1930.

Victoria (Sophie Marie Vitoria 1862 -1930) Alteza Gran Ducal Princesa de Baden.  Princesa heredera de Suecia y Noruega, Duquesa de Värmland, Dama de la Orden de los Serafines, Dama de la Orden de las Damas Nobles de la Reina Maria Luisa se convierte, por acuerdo de las dos familias reales, en Reina de Suecia en 1881 como esposa de Gustavo V, príncipe heredero de Suecia y Noruega y finalmente Rey de Suecia por la ruptura de la unión Suecia Noruega( La relación entre Suecia y Noruega, unidas hasta ahora por el Tratado de Moss desde las guerras napoleónicas  fue fuente permanente de conflicto, llegando en 1905 a una declaración unilateral de independencia de Noruega en 1905. En 1907  la  huelga de los radicales y la victoria electoral de los  socialistas y liberales condicionaría el inicio del régimen parlamentario). De carácter conservador, se enfrentó en ocasiones al gobierno parlamentario y mantuvo cierto acercamiento a líderes nazis. 

Victoria era  hija del gran duque Federico I de Baden y de la princesa Luisa de Prusia, esta, hija a su vez del káiser Guillermo I de Alemania. Ultraconservadora y pro Alemana. Tuvo contacto cercano con el emperador alemán y en 1908 en una visita con Gustavo a Berlín, fue nombrada Coronel Prusiana honoraria. Se fotografió en alguna ocasión de uniforme militar. Fue impopular entre otros motivos por su actitud proalemana, notoria durante la Primera Guerra Mundial. (Dio un regalo personal a cada voluntario sueco alistado en el ejército alemán). Las ausencias de su propio país también  la hicieron impopular; se la describe como muy altiva y muy estricta con la disciplina; si algún miembro de la guardia olvidaba saludarla era arrestado.  Hereda aún una mentalidad que calificaríamos hoy de elitista y clasista. Le molestaron las victorias electorales socialdemócratas de 1917 y trató de evitar que participasen en  el gobierno.

Pensaba que la institución monárquica viene de dios.  Tuvo una buena educación musical, redactaba las notas de los conciertos de Franz Liszt para la corte. De gran talento artístico, tocaba bien el piano, interpretaba a Wagner sin partitura  y era aficionada a la pintura  y a  la fotografía. En sus viajes a Italia y Egipto  pintó cuadros e hizo numerosas fotos de calidad.  Su Matrimonio con Gustavo, tal vez por haber sido acordado, no fue feliz.  En 1890 -91 el matrimonio viajó a Egipto para intentar reparar su relación, sin éxito. En el terreno del rumor se dijo que a ella  le había interesado  alguna otra persona de la corte y también se ha especulado con la bisexualidad del propio rey Gustavo.  Pasada la década de los ochenta la relación matrimonial se  da por terminada. Sin embargo parece haber existido después cierta comprensión y tolerancia entre ambos. Durante los últimos años rara vez estuvo en Suecia; una visita a Finlandia en 1925 fue su última aparición oficial y aunque en 1928 sí estuvo en el cumpleaños de su esposo, no se mostró en público. Se ha contado que en la celebración, ella detrás de una cortina, ambos esposos se  saludan con la mano discretamente.

Sin embargo, retomada la relación,  Axel Munthe se convirtió en su médico personal y fue abandonando la consulta de la Piazza di Spagna en Roma para dedicarse sólo a ella. Frente al golfo de Nápoles, frente a Sorrento, por la pérgola de San Michele y las terrazas espléndidas de la villa sobre el mar, Victoria y Axel dan largos paseos. De noche, la reina toca el piano en conciertos íntimos para amigos y allegados. Las prolongadas estancias de Victoria en San Michele durante tantos inviernos desde 1908 han sugerido lógicamente la posibilidad de que fuesen amantes pero esto nunca se ha corroborado. Tal vez su relación no fue del todo aséptica como se desprende del texto de una carta de Victoria a Axel que M. Belmonte transcribe en su libro »Peregrinos de la belleza»: »Me gustaría poder arrodillarme para agradecerte esa maravillosa carta que me enviaste antes de abandonar Suecia. No sabes cómo me llegó al corazón, cómo me hicieron gritar de alegría esas palabras tan cariñosas que me diriges, querido mío, que llenas mi corazón y mi alma y toda mi vida. Dios te bendiga por esas benditas palabras que fueron directas a mi corazón e hicieron que todo se iluminará a mi alrededor cuando las leí». 

Sufrió depresión después del nacimiento de su primer hijo en 1882 y después de esto pasó a menudo los  inviernos en el extranjero. Por sus embarazos de alto riesgo  fue sometida a tratamientos con medicamentos perniciosos a base de mercurio, que seguramente fueron causa de sus enfermedades crónicas. Sufría además de bronquitis severa y posiblemente tuberculosis.  Concebido el viaje al sur como medio de mejorar su mala salud,  en otoño 1901 viaja a Italia y a Capri donde es  objeto de bienvenida oficial y una multitud popular la escolta desde Marina Grande hasta el hotel Paradise. Compró después  su propia residencia en Capri, una casa de campo rústica  de dos pisos que llamó ‘Casa Caprile’ y ajardinó y rodeó de un extenso parque.  Establecida ya su condición de paciente de Axel Munthe, este recomendó que pasará allí los inviernos lo que hizo hasta su muerte con intervalos,  sobre todo el obligado por causa de la Primera Gran Guerra periodo en que cesa el contacto con Munthe  porque este es probritánico y ella  proalemana. 

Hacia el final de su vida, Munthe recomienda que Victoria no vaya más a Capri y la reina regresa a Suecia donde construye una villa que le recuerde a la de Capri. Pero vuelve finalmente  a su casa en  Roma, villa Svezia, donde muere en 1930 a los 67 años.

La edición sueca de La Historia de San Michele de marzo 1930 salió dedicada a la Reina Victoria. La reina tiene tiempo apenas de ver un ejemplar porque muere al mes siguiente. A un lado de la cama está el rey Gustavo y al otro lado su médico, Axel Munthe, que le coge la mano y en el momento de la muerte se vuelve hacia él y le dice: »ven pronto». La relación entre ambos había durado 37 años.

Después de una entrevista con Axel Munthe, Indro Montanelli dijo de él que siempre tenía un billete en el bolsillo para viajar a Capri porque, decía: »incluso morir, es diferente en Capri’‘. Sin embargo, pasó los últimos años de vida en Suecia como invitado del rey Gustavo y murió en el Palacio de Estocolmo a los 91 años. Incinerado, sus cenizas fueron esparcidas en el mar del norte. Una placa conmemorativa de  él y su familia se encuentra en el cementerio civil de Roma.

Su naturaleza filantrópica le llevó a atender a los pobres gratuitamente y en varias ocasiones arriesgó su vida para ofrecer ayuda médica en guerras, desastres, epidemias  etc. Como defensor de los animales compró el monte Barbarosa para crear un santuario para las aves.. Y sin embargo se ha escrito también sobre su carácter final e hipotéticamente  misántropo y su visión pesimista de la vida.  San Michele pudo ser en ese sentido un refugio que construyó para estar solo; »Un hombre puede vivir sin esperanzas, sin amigos, sin libros, hasta sin música mientras pueda escuchar sus propios pensamientos y oír el canto de un pájaro fuera de la ventana y la voz lejana del mar».

Y frente a los farallones de Capri, donde aquel aedo ciego de la antigüedad cantó que tal vez las sirenas llamaron con su canto dulcísimo a Odiseo Ulises, en la ribera de todo el golfo de Nápoles parece que fuese el mar el que cantase con la tristeza y la nostalgia antigua y extraña de una época  desaparecida, aquella canción que también entonaron  las voces de Enrico Caruso o Bruno Venturini y decía: » Vide ‘o mare de Surriento, che tesoro tené nfunno, chi ha girato tutto ‘o munno nun l’ha visto comm’a ccá. Ma nun me lassà, nun darme stu turmiento, torna a Surriento, famme campà.»


Bibliografía

»Peregrinos de la belleza . Viajeros por Italia y Grecia».  Maria Belmonte Acantilado Madrid 2015

» Infinite Variety. La vida y la leyenda de Marchesa Casati» Scott D. Ryersson

» la Settimana’’  INCOM 19 Feb 1949 ( artículo Indro Montanelli)

http://luisantoniodevillena.es/web/noticias/luisa-casati-la-vida-obra-arte/

https://en.wikipedia.org/wiki/Luisa_Casati

‘’La divina marchesa. Arte e vita di Luisa Casati dalla Belle Époque agli anni   folli’’ Venezia. Palazzo Fortuny 4 ottobre 2014-6 Marzo 2015

‘’La Historia de San Michele’’ Axel Munthe  Editorial Juventud, Barcelona 1957

‘’Axel Munthe: The Road to San Michele’’ Bengt Jangfeldt  Bloomsbury Publishing PLC 2016.

‘’Lo que no conté en La Historia de San Michele’’   Axel Munthe Ediciones de la Gacela. Madrid. 1942

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