VENTAJAS Y DESVENTAJAS QUE TE PUEDE BRINDAR UN SOFTWARE DE NOTACIÓN MUSICAL

Por: Jose Marcos Gamarra


El  año 2020 será recordado como el tiempo en que el virus  COVID 19 azotó y cambió las costumbres del mundo. Los trabajos que tuvieron suerte por su versatilidad y poder de adaptación, migraron a una  versión virtual. Algunas profesiones sin embargo, siguieron tal cual habían estado laborando desde antes de la pandemia dentro de las cuales destaca la de compositor musical que tiene un arma fundamental que lo lleva a aislarse del  entorno que lo rodea: La tecnología.

Existen muchas ventajas desde el punto de vista operativo y logístico pues los softwares musicales acortan tiempo en la escritura musical, elaboración de  maquetas e ideas de cómo podrá sonar una obra con una orquesta, etc. A su vez, el material musical queda guardado y grabado en una nube que es posible compartir en tiempo real con los intérpretes. Esto es de gran ayuda en una  época llena de dinamismo  en donde el tiempo vale mucho. Pero no siempre fue así. En sus  orígenes,  la composición musical tenía a la  vela y al  papel pautado como  compañía y quizá la inspiración del creador  nacía de la conversación y contacto con su instrumento, ya que la interpretación musical era una  práctica  inherente al compositor.

Es a  partir del siglo XIX nace la especialidad de intérprete, una de las mayores figuras del romanticismo entre otras razones, por  la necesidad de expandir y comunicar el  arte de los compositores a más gente. Una luz para la música sin duda aunque, es prudente mencionar algunos casos particulares de  intérpretes que   abusaron de la escritura de los compositores haciendo algunos  «aportes» de su propia iniciativa, muchas veces más allá de lo recomendable. Se pueden citar casos emblemáticos como los de Couperin, Beethoven y Stravinsky, quienes se quejaban de estas prácticas abusivas, que alteraban su música sin justificación aparente. El tiempo pasó y la nueva era trajo el desarrollo tecnológico  amado por muchos. Pero debo mencionar que la relación del compositor con los softwares crea cierto vicio y  un alejamiento poco visible  con la música. Me explico: 

Componer a partir de un  patrón rítmico  o un motivo en un papel pautado con el conocimiento  ordenado, sistematizado y con el apoyo de un instrumento acústico de preferencia polifónico es, desde mi punto de vista, mucho más valioso  dentro del proceso de  creación que a partir apretar botones en un ordenador con ayuda de los últimos y avanzados softwares musicales. Con el uso de estos “sofisticados” programas,  el compositor evade uno de los  principios fundamentales dentro la composición: El contacto natural con el sonido y sus armónicos a través de un instrumento. La materia prima de  la música a través de un instrumento  se siente viva gracias a la vibración y la resonancia sin mencionar a la acústica gracias al salón en donde puede emprenderse el proceso creativo cuya influencia puede enriquecer la obra. El vínculo directo estrecho  con el sonido a través del instrumento, forman la verdadera comunión con la música y  sus posibilidades de desarrollo gracias al compositor –  intérprete. 

El compositor en este proceso de creación  con el instrumento, está realmente consciente de todas  las posibilidades de interpretación musical de manera directa y en caso de  no ser su instrumento de cabecera, la exploración y las consultas pertinentes dentro de su entorno musical apoyado en su lógica y criterio, le harán tomar las mejores decisiones para una composición ideal con otros instrumentos. Inclusive la sensación de dificultad técnica con el instrumento aumenta la tensión  para los creadores y por consiguiente para  los intérpretes lo que constituye,  una manera natural de poner matices y velocidades. Esta es una muestra de cómo vincularse de manera  transparente  con las frases, secciones y períodos  de una obra, una interpretación consecuente de las posibilidades de cada instrumento tomando en cuenta su timbre, articulación y posibilidades técnicas.

El pianista español Elías López comentaba que no creía en la música electrónica por considerar a los sonidos expuestos por instrumentos electrónicos como representaciones artificiales de los mismos, no tienen nada que ver con un sonido natural creado por un instrumento acústico cuya vibración de cuerdas y  amplificada por una caja acústica, crea un sonido rico en armónicos naturales. Más allá de si es bueno usar un software de música para componer, hay que preguntarse qué tan importante es vincularse con un instrumento del cual nacen realmente los   sonidos naturales y   para a partir de esa percepción, crear.

Este es el camino que recorrieron  muchos compositores tales como  Vivaldi, Bach, Beethoven, Chopin, Liszt, Schubert, Rachmaninoff, Yoko kanno, Yann Tiersen, Ludovico Einaudi, Phillip Glass, Mychael Nyman, Jerry Goldsmith, Dizzy Gillespie,  John Willians,  Freddie Mercury, David Paich, Vangelis entre otros. 

Claro que he visto muchas excepciones quienes desde una formación musical excepcional con un instrumento y la composición, complementan con  estos programas y los usan solamente como apoyo. Mi crítica es para  el compositor que nace en un software y muere en un software. 

Todo se resume en la necesidad de expresar el arte  de manera personal,  particular con un lenguaje natural  y si es en asociación directa con su instrumento acústico, mejor. Soy fiel defensor de tener un instrumento como medio de expresión de preferencia polifónica. En  30 años de experiencia componiendo directamente con un instrumento acústico, con sus múltiples ventajas sonoras vs. un trabajo de 10 años con softwares muy prácticos y con múltiples posibilidades en los timbres, me quedo con mi viejo piano y un poco de papel pautado.    

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