MIGUEL ÁNGEL CAÑADA: «EL POETA ES UN GRAN RADAR ABSORBENTE. UN POETA NO VA IMPASIBLE POR LA VIDA».

Por: Isabel Rezmo


Miguel Ángel Cañada

La poesía es un compromiso, entre el hombre en sí mismo, y con el mundo que le rodea. De esta relación surge un diálogo intenso, fecundo. Porque la palabra no es solo un compendio de emociones, sino todo una relación de voz, palabra, sentimientos, vida, necesidad, denuncia, y camino. Y eso es lo que representa el poeta que este mes Proverso quiere presentar a sus lectores.

Un poeta de Jaén y para Jaén. Porque lleva su tierra tan profundamente arraigada en sí; hablar con él es hablar de Jaén, de sus rincones, de su entorno, de su gente; hablar con él es hablar con un amigo, cercano, íntegro y verdadero.

Miguel Ángel Cañada nació en Jaén en 1965. Desde muy joven, formó parte del movimiento poético de su ciudad colaborando con asociaciones culturales e interviniendo en recitales y colaboraciones literarias y teatrales.
Miembro fundador del grupo literario giennense “Oliversando”, es coordinador de su tertulia.
Ha participado en multitud de antologías, colaborado con algunos libros aportando poesía, relatos, cuentos infantiles, así como en revistas, programas radiofónicos y blogs literarios.
Ha escrito e impartido dos conferencias ambas publicadas en la Revista Penélope
.

“Gloria Fuertes, poeta de guardia”“Zenobia Camprubí, luz en la sombra de un poeta”.
Es autor de algunas letras flamencas de la ciudad de Jaén escritas expresamente para la cantaora Carmen Gersol.
El próximo 28 de febrero, presentará junto a sus compañeros de Oliversando, una antología donde participa con poemas y textos en prosa. Un proyecto para la provincia de Jaén sin ánimo de lucro, cuya finalidad es que la poesía llegue a todas las bibliotecas, centros culturales, penitenciarios… con la finalidad de activar la cultura en nuestra tierra.
En 2018 publicó su Ópera Prima, un libro de poesía: “La Leyenda de Lexy” (Tarqus Editorial), libro nominado para el Premio Andalucía de la Crítica.
En 2020 gana el primer premio poesía Poeta Abendarrach de Cazalilla (Jaén).
En 2021 obtiene accésit en el I Certamen Cartas de Amor de Mar a Mar con “Cartas a Eva”

RP: ¿Qué significa poesía para ti?

MAC: Para mí la poesía es un terremoto que remueve sentimientos, un grito en el bosque, una espera en la ventana, una paloma entre bombas, un eslabón roto de cadenas. La poesía es la fuerza del universo, es el triunfo de la palabra sobre la tierra.

RP: ¿Crees que el poeta en la actualidad ha perdido autenticidad?

MAC. Creo que las redes han facilitado una expansión poética nunca vista, pero también una deformación del poeta con el todo vale, desvirtuando un poco o tal vez un mucho, la autenticidad del verdadero movimiento poético que tal vez pase por ello más desapercibido. Todo el que escribe poesía se cree poeta, el poeta no sólo escribe poemas, los vive; ahí está la autenticidad.    

RP: ¿Cómo te está afectando la pandemia generada por el COVID?

MAC: Al principio y creo que como a tantas personas creativas, me dejó en estado de shock inhibiendo la imaginación, la inspiración. Una vez aceptada la situación comenzó una resiliencia poética invirtiendo el pequeño vórtice que pudiera haber en mis ideas en una avalancha en la que en los últimos meses, con altibajos, he resarcido y con creces, el frenazo primigenio de la pandemia.   

RP: ¿Hemos aprendido algo de toda esta situación?

MAC: Tengo ideas encontradas. Parecía que la sociedad iba a cambiar para bien, como si la experiencia conjunta nos uniera a todos, absorbiera la utópica sociedad solidaria. Pero con el tiempo ha sido todo lo contrario, el COVID ha propiciado una distopía ya instalada en la sociedad, somos tan egoístas que no queremos ver más allá de nuestro ombligo. Somos unos insumisos de la situación, y esto, no ayuda a resolver el gran problema. El mundo sin solidaridad no tiene arreglo, estamos en una sociedad alienada cuyo rumbo nos puede llevar a una gran derrota. Espero que la poesía, la literatura, la cultura en general pueda construir una barrera de contención removiendo las masas encefálicas de muchos.  

RP: ¿Qué nos queda entonces?

MAC:  Nos queda la palabra, la belleza, el amor, la esperanza. Necesitamos educación, despertar a una sociedad dormida. La sociedad está mal encauzada y somos rebaños dirigidos por pequeñas marionetas (medios de comunicación, políticos, financieros) que a la vez cuelgan de hilos más altos y nos manejan a su antojo. Hay que cortar esos hilos. 

RP; ¿Es la incertidumbre lo que puede facilitar  la creación poética?

MAC: La incertidumbre ayuda al ingenio, pero el poder de observar y admirar, de sentir o resistir, el amor, la pérdida, todo en conjunto implica a la creación. 

RP: Como se ha ido forjando en ti tu propia voz poética?

MAC: Todo tiene etapas, te mueve el amor, te inspira la naturaleza, pero también te remueve la injusticia social. Todo ha ido cayendo dentro de una espiral, también el intimismo donde en los últimos meses se me ha hecho más constante. Al final todo esto se convierte en mí “yo” poético, con la ayuda siempre de la lectura. Para poder escribir hay que leer mucho y muy diverso. y esta lectura te invita a madurar en la poesía, a tomar conciencia de esa voz que tendremos que ir dejando plasmada en el folio y que nos hace únicos. 

RP: La naturaleza es también tu otra pasión. ¿Qué situación, lugar, experiencia ha significado algo especial para ti?

MAC: Nosotros somos naturaleza, sólo que se nos ha olvidado. Nos han hecho creer que somos el centro de todas las cosas, el animal racional que todo domina. Nos hemos apropiado de la tierra, del mar, del cielo. Somos el verdadero virus que destruye exterminándose así mismo, pero llevándose por delante todo lo que le rodea. Cuando subo a lo alto de una montaña, cuando veo un animal salvaje impasible a todo, cuando con mi cámara extraigo la belleza de una flor, cuando remojo mis pies entre el vaivén de las olas del mar, ahí me siento pequeñito, somos todos pequeñitos y tenemos que tomar conciencia de que la naturaleza puede vivir sin nosotros, nosotros no sin ella. Somos prescindibles y hay que tomar conciencia. 

Miguel Ángel Cañada, Rocío Biezma

RP: ¿Cómo se expresa, cómo siente  lo que nos rodea?¿Nos influye?

MAC: Primero de todo hay que tener un grado de sensibilidad. El poeta es un gran radar absorbente. Nos empapamos de toda situación y esto nos encauza a la expresión literaria. Si hay sensibilidad, a todos nos influye: lo bueno, lo malo, lo mediocre. Un poeta no va impasible por la vida.  

RP: ¿Cuál es el verso que más te ha llegado?

MAC: “Quiero escribir los versos más tristes esta noche” de Pablo Neruda, lo descubrí en mi adolescencia y me ha marcado para siempre, aunque todos los versos no sean tristes ni los escribas de noche. Después me llegaron otros muchos, pero con este verso me pasa como con el primer amor, nunca se olvida.  

RP: Después de la Leyenda de Lexy, esperamos algún proyecto nuevo?

MAC: La verdad es que tengo varios proyectos en el tintero. Tengo dos libros de poesía escritos en el cajón. Cuando los repaso nunca quedo contento y los retoco una y otra vez. Pienso que la única manera de dejarlos quietos es editándolos, pero la situación actual, social y personal me impide por ahora dar ese paso. Tal vez termine haciendo una selección entre los dos y los deje en uno, pero nunca estaré contento me he vuelto muy autoexigente. Por otra parte, he vuelto a escribir relato, alguno de ellos pendiente de resolución en concurso. 

También sigo con mi pasión por recopilar a los poetas de Jaén o que de alguna manera han pasado dejando huella por esta tierra. El Blog y la Página “Poetas de Jaén, poetas para Jaén”, me absorbe mucho tiempo, pero disfruto dando a conocer la poesía de ayer, de ahora, de los que intentan abrir camino, todo tiene cabida. 

RP:  Gracias por tu tiempo.

MAC: Mi tiempo, como el de todos, es lo más preciado, pero siempre es un placer compartirlo, si no, ¿para qué escribir si no es para dar nuestro tiempo en forma de verso? Gracias por darme cabida. Ha sido un estriptis personal vertiginoso que espero no desconcierte a nadie. 

Y si se me permite, me despido con un poema de Blas de Otero, puede definir una gran parte de esta entrevista. Gracias. 

EN EL PRINCIPIO

Si he perdido la vida, el tiempo, todo

lo que tiré, como un anillo, al agua,

si he perdido la voz en la maleza,

me queda la palabra.

Si he sufrido la sed, el hambre, todo

lo que era mío y resultó ser nada,

si he segado las sombras en silencio,

me queda la palabra.

Si abrí los labios para ver el rostro

puro y terrible de mi patria,

si abrí los labios hasta desgarrármelos,

me queda la palabra.

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