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“REGRESAR A CHILE”, DE JAVIER DÍAZ GIL | EL RETORNO A LA INFANCIA DE LA TIERRA.

Por: José María Herranz Contreras


Siempre se vuelve a los orígenes, suele decirse, a los ancestros. Tal es la necesidad de sentirnos partícipes de una comunidad, de la propia identidad. Participar de una “comunión” especial con el paisaje –las gentes y la propia naturaleza- es lo que subraya nuestra pertenencia a la comunidad humana, como bien subraya Aureliano Cañadas en el acertado prólogo de este nuevo trabajo, el más reciente, que nos entrega el poeta Javier Díaz Gil.

En este poemario el autor regresa simbólicamente a un lugar en el que nunca estuvo y que conformó el espacio mítico de su mundo artístico y moral, especialmente por la memoria de Pablo Neruda, el chileno universal que tanto cantó la naturaleza y el amor, y que tuvo la gran suerte de morir poco antes del golpe de estado del general Augusto Pinochet, el equivalente a nuestro Franco patrio. Gran suerte porque no conoció ni sufrió en persona las atrocidades del genocida contra sus gentes y que sumió al país en una terrible dictadura. El libro arranca con una cita, precisamente, de Pablo Neruda y otra de Ángel González. Preceden al texto dos prólogos, uno escrito por Aureliano Cañadas y el otro por María Eugenia López. Mientras el primero abunda en los aspectos interiores del viaje iniciático del poeta a esa tierra virgen e imaginaria –aprovechando el periplo físico, la anécdota del viaje, y remarcando una íntima comunión con la naturaleza- el segundo prólogo incide de forma más oscura y dramática, sólo sugiriéndolos, sobre la muerte, la tortura y la persecución política –el terror- que el dictador ejerció contra su pueblo.

Se vuelve, pues, decíamos, a los orígenes, aunque nunca se hubieran conocido, pero sí se hubiera formado parte de ellos en algún momento remoto del alma o quizá en otra vida. El libro se divide en un poema introductorio, “Iré a la infancia de la Tierra”, y en doce estadios, que marcan el itinerario del viaje simbólico y físico a lo largo de Chile. En ese lugar mítico la naturaleza es virginal y pura, pero también descomunal e inhumana. Intenta el poeta humanizarla –y lo consigue- comulgando con ella, haciéndola suya, entregándose al gran ser vivo y germinal que ella es. Ecos de la memoria de Neruda se suceden a lo largo del texto, evocación de la soledad, desolación que le producen los grandes desiertos y glaciares de Atacama y la Patagonia, compasión y recuerdo para las víctimas de la dictadura de Pinochet, sobrecogimiento sagrado ante la fuerza brutal de la naturaleza pura y viva que nos engendró.

El poeta es arrojado a la soledad personificada en el cielo inmenso, el océano, los desiertos, los glaciares, las descomunales cordilleras de los Andes, la dura luz y el viento despiadado, el silencio, en suma. Esa enajenación, ese disolverse en las fuerzas naturales, son descritas certeramente en los versos:

La palabra necesaria
alimento del dolor
y su remedio.

Saber que es posible
morirse
de silencio.

Todo viaje conlleva una experiencia drástica con la soledad. Pareciera que fuese necesario olvidarnos de nosotros mismos para encontrarnos, ya que al fin y al cabo nuestra identidad casi siempre es falsa:

En este final de travesía y niebla
permitidme levantar la vista,
reconoceros de nuevo,
reconocerme a mí mismo
en medio de esta noche
-la que me está alcanzando-.

José María Herranz y Javier Díaz Gil

El símbolo del ángel también orbita a lo largo del texto –metáfora muy querida por el autor en sus anteriores libros-, y sobre todo y finalmente la salvación por el amor, la recuperación del cuerpo amado, los ojos y la caricia de quien nos aguarda, aquello que realmente ancla al poeta a la tierra, a la vida concreta, tras esa comunión intensa con las fuerzas inmensas del sol, el viento y el mar. Completa también este tránsito por Chile, sin solución de continuidad, el paisaje humano de sus ciudades –lugar de acogimiento, contrapunto de los otros lugares descritos-, la memoria de las víctimas de la dictadura, y la compasión que siente por ellas, especialmente con un poema homenaje a Marcelo Eduardo Salinas Eytel.

Debo destacar también la cuidada edición de Lastura, especialmente la foto interior de la cubierta, y el índice tan original que detalla los lugares recorridos por el poemario. Con este libro, felizmente, se consolida la ya larga y destacada carrera literaria de Díaz Gil como poeta al que debemos seguir atentamente y al que debemos agradecer una poesía íntima, sincera y clara, que nos hace meditar y descubrir aquello que de, tan evidente, muchas veces lo tornamos oscuro.


REGRESAR A CHILE, de Javier Díaz Gil.
Prólogos de Aureliano Cañadas y María Eugenia López.
Lastura Ediciones. Colección Alcalima de poesía nº 98.
Toledo, 2017.
ISBN: 978-84-947779-5-0

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CONJUGACIÓN SECRETA | LA RIQUEZA DE LO OCULTO COMO TABLA DE SALVACIÓN.

Por: José María Herranz Contreras


Si en “Cuerpo celeste” (Poeta de Cabra, 2011) el amor y la juventud ya perdidos resplandecían como luminarias en un universo frío y distante, en “Diamantinamente” (premio María del Villar, 2011) el texto se vertebraba por los reproches a un dios cruel e indiferente con el sufrimiento humano, y en “La isla de la nada” (ediciones Contrapartida, Círculo de Bellas Artes de Madrid, 2017) eran la muerte y su serena asunción los protagonistas, en este nuevo poemario que nos entrega Aureliano Cañadas Fernández, “Conjugación secreta”, es la llama del secreto del amor fugaz y juvenil definitivamente perdido –aún vivo en la memoria- la que da sentido a la vida destruida y reconstruida por los avatares del tiempo. Ese es el eje sobre el que orbitan los poemas de este nuevo trabajo del gran poeta madrileño-almeriense que es Aureliano Cañadas.

Aureliano Cañadas Fernández (Almería, 1936), es uno de los poetas españoles vivos no encuadrados oficialmente en el grupo de la generación de los 50 (como Antonio Gamoneda), ya que vivió a caballo entre España, Portugal y Francia construyendo una obra literaria –especialmente poética- amplia, robusta y de gran calidad humana y extraordinaria intensidad y altura. No ajeno a la represión del régimen franquista (su padre fue asesinado por los rebeldes en el alzamiento militar), ni a la experiencia de la pobreza (su origen fue humilde), vivió un exilio interior similar al de Luis Rosales y Vicente Aleixandre, brevemente interrumpido por su trabajo como profesor de español y literatura durante los años 60 en un liceo Francés, lo que le permitió experimentar los aires de libertad que se respiraban en las revueltas juveniles francesas, lejos de la persecución franquista y los aires opresivos y conservadores existentes en el ambiente literario español “oficial”.

Hablamos de un poeta muy conocido en Almería, Murcia y el levante español, en cuyas tertulias y foros estuvo siempre en contacto, con gran reconocimiento de los escritores de dichas comunidades, así como en los foros literarios de Madrid desde los años 80, década en la que comenzó su andadura pública, logrando prestigio y respeto. De familia de artistas y pintores, ha colaborado especialmente con estos últimos, sobre todo con su hermano –ya fallecido- Luis Cañadas, perteneciente al movimiento indaliano almeriense.

En “Conjugación secreta” asistimos tanto a la reunión de las múltiples facetas que una vida particular ha tenido –vista desde la distancia de la madurez y considerando el devastador paso del tiempo -, como a la revelación de una paideia acerca de la forma correcta de vivir cuando la injuria, la maledicencia y la represión fueron la moneda habitual con la que una sociedad profundamente hipócrita e injusta –la franquista- retribuyó a sus víctimas inocentes, en este país nuestro cruel y fratricida. Además, en el libro se conjuga el verbo de la vida –el método del vivir correcto, esa paideia- en sus múltiples facetas mencionadas, utilizando el secreto como metáfora no solamente de lo oculto (necesario para sobrevivir en entornos hostiles, especialmente en una dictadura), sino de la riqueza que se descubre en lo que se había ocultado por estar prohibido por y para uno mismo aunque también presente en otros, cuando todo nos empuja a repudiarlo. Todo secreto incluye un tesoro, y se transforma en tabla de salvación. Es difícil escribir desde el dolor sin sentimientos de rencor ni de venganza; quizá la alquimia poética consista también en transmutar las emociones humanas –especialmente el dolor y el deseo frustrado- no sólo en algo digerible y ejemplar para el lector, sino en los ejes sobre los que salvar y reconstruir la vida devastada –no solamente por la guerra, sino también por el proceso del envejecer. Creo que eso es lo que nos muestra Aureliano Cañadas en esta obra, con una ética laica particular (exenta por completo de sentimiento religioso): que observar la vida como algo irreal y fugaz merece la pena si se ha tenido la fortuna de conocer, aunque breve y fugazmente, el amor en el pasado arcádico de la juventud. Ese es el auténtico motor de la existencia, y su recuerdo sostiene toda ruina a pesar del vendaval silencioso de los años. Quizá uno de los valores de la auténtica poesía sea el de enseñarnos cómo arrostrar la vida y sus ingratos golpes mediante la belleza, único valor que nos puede trascender, ya que tras la muerte todo se acaba, según su propia visión. Además, en todo el libro late el conflicto inherente a la realidad y al deseo (tan cernudiano), imponiéndose la primera con la crueldad inexorable de la naturaleza y de las despiadadas normas sociales.

Formalmente hablando, “Conjugación secreta” posee un estilo depuradísimo y de una intensidad, concisión y altura raramente alcanzadas en buena parte de la poesía publicada por autores supuestamente prestigiosos. Tal como dice Francisco Domene en el prólogo, “si los márgenes de la poesía española no estuvieran en manos de canallas, quizá Aureliano Cañadas sería un poeta reconocido y respetado, además de casi feliz”. Y creo que razón no le falta. Es de destacar también lo riguroso de su escritura, basada en poemas cortos, contundentes, escritos en versos impares sin rima, silvas normalmente, de carácter simbolista, usando figuras retóricas como la elipsis y la sugerencia, y con abundancia de ironía y guiños a la tradición mítica. No sabemos exactamente qué es la poesía, pero sí sabemos lo que no es, como dice el mismo Cañadas en la contraportada, y en su caso podemos decir que el poeta salió a la caza de la imagen y la emoción, y volvió con el zurrón lleno de versos memorables:

“Se me fue desnudando este poema
a lo largo y lo oscuro de la noche.
Quiso darme el calor que ya no tengo,
su piel contra mi piel, desnudo de metáforas
de adjetivos inútiles, de rima.”

En fin, podemos considerarnos afortunados por tener en nuestras manos esta “Conjugación secreta” de un maestro que aún tiene mucho que decirnos y enseñarnos, y que los nombres propios que dirigen el asunto de la poesía en nuestro país deberían conocer y reconocer, para beneficio de nuestro acervo cultural.


CONJUGACIÓN SECRETA
Aureliano Cañadas.
Prólogo de Francisco Domene. Ilustraciones de Luis Cañadas.
Letra Impar, editores.
Colección Veloz Quietud, nº 11.
Almería, 2017.
ISBN: 978-84-947112-3-7