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MARÍA PIZARRO: «SI QUIERES HACER LA POESÍA TU PROFESIÓN, ES COMPLEJO, VOCACIONAL Y REQUIERE UNA DISCIPLINA».

Por: Isabel Rezmo


La poesía es un lugar reivindicativo. Un lugar para vernos, para conocer nuestras limitaciones, nuestras heridas. Nuestras posibilidades o nuestro afán.

El poeta se desgasta y se regenera, se convierte en una piedra angular para sí mismo y para los demás. Para el mundo que le rodea. No importa la realidad que vivas, o las inclemencias o variables que desate la rutina diaria.

Las posibilidades son infinitas y su figura se enaltece, no por lo externo, que eso es la capa que nos envuelve y nos muestra lo exterior o lo más inmediato. La poesía es un medio para convencernos de nuestros propios valores y nuestra posición. Este es el caso de la poeta que Proverso trae este mes: la cordobesa Maria Pizarro.

En estos años pensar en Córdoba es pensar en Maria Pizarro. Pensar como poeta, como mujer comprometida.

María Pizarro, poeta y actriz nacida en Conquista (Córdoba) Experta Universitaria en Criminología y Licenciada en Arte Dramático.
Es la coordinadora en Córdoba del “Festival de poesía y arte “Grito de Mujer” y de la Antología Digital “Quejío, Córdoba con Grito de Mujer”. Su obra poética se recoge en diversas revistas y antologías de España y América.
Ha publicado los libros “Lyrica 75” (Editorial La Fragua de Metáforas, 2011) “Miembro fantasma” (Editores Florentinos, 2015) con el que obtuvo el Premio Solienses. En 2017 publica “Caja de Retratos” (Detorres Editores) El libro de haikus “La libertad de la herida” con la Editorial Iruya, presentando en Buenos Aires y Montevideo, fue publicado en 2019. Miembro del comité organizador de la Iª Feria del libro Hispanoárabe, organizada por el Circulo CIHAR, celebrada en Córdoba en enero de 2017, presentó la edición bilingüe árabe-español del capítulo “Miembro fantasma” de su libro homónimo. (Editores Florentinos, 2017) Pertenece a la corriente Crue Poétique, y algunos de sus poemas han sido traducidos al francés.

RP- ¿Cuándo te acercaste a la poesía por primera vez?

MP: En la escuela, cuando tenía 12 años. Cuando nos trasladamos a vivir a Córdoba desde mi pueblo natal, Conquista.

RP: ¿La poesía es un don, una vocación?

MP: Escribir poesía tiene un poca de los dos. El lenguaje poético, que no es sencillo para una niña, lo practicas como un juego. Es una habilidad como jugar a la goma, por ejemplo, que era lo que hacían otras niñas cuando llegué al barrio de Cañero a finales de los setenta. Pero ya si quieres hacer de ello tu profesión, es complejo, vocacional y requiere una disciplina.

RP: ¿Dónde encuentras tu “voz poética”?

MP: En la calle, en los libros, en el cine…

RP: Escritores/poetas que te hayan marcado especialmente?

MP: Rosalía de Castro, García Lorca, Rafael Alberti, Cernuda, son autores de mi juventud. Con este último llegué a montar un espectáculo teatral con dos actrices cordobesas.  Ahora leo a poetas hispanoamericanos.

RP: ¿Algún verso que recuerdes especialmente?

MP: “El amor, cuando cabe en una sola flor es infinito” de Antonio Porchia, me acompaña desde la adolescencia.

RP: ¿La poesía nos domina?

MP: Al contrario, nos hace libres, nos permite pensar.

RP: La actualidad poética nos viene marcada por esta terrible pandemia. ¿Para el poeta crees que va a suponer nuevas perspectivas creativas, de expresión; incluso de comunicación?

¿Cómo analizas esta situación?

MP: Lo que en principio podría parecer muy frío, como escuchar un recital en la pantalla del ordenador, ha permitido acercarnos a grandes festivales internacionales que para mí era impensable hace unos años.  Eso ha sido un avance, que creo que ha venido para quedarse, el uso de las nuevas tecnologías. Sin embargo, como individuo, la situación me ha desbordado: he sufrido con el dolor de los demás. Es más, he perdido a un ser querido y he pasado la enfermedad.

RP: ¿Qué ha supuesto para ti organizar junto a Sergio Carlos Pérez Rodríguez en estos años, Grito de Mujer?

MP:  Es una experiencia muy enriquecedora y es una lucha silenciosa. Mientras continúen produciéndose asesinatos de mujeres de manos sus parejas o exista una muerte más por el hecho de ser mujer, no me quedaré tranquila si ese año no organizo junto a Sergio Pérez el Festival: es un compromiso personal con las víctimas. Hemos creado una familia en torno a Quejío, Córdoba con Grito de Mujer. Y esta familia de artistas solidarios: músicos, poetas, artistas plásticos cada vez es más grande, y espero que perdure, que veamos juntos el cese de la violencia a las mujeres y niñas. Es cuestión también que las leyes nos amparen.

RP: “La libertad de la Herida es tu último libro”. Un libro de Haiku que has publicado con la editorial Iruya en 2019. ¿Las heridas en cierta manera nos liberan, atajan el dolor para encontrar un rastro que defina la liberación? ¿Dependemos de ellas? ¿Qué ha significado este libro para ti?

MP: Este libro es una mirada al mundo y al dolor ajeno, que es una de mis grandes preocupaciones como creadora. He utilizado la forma japonesa con cierta libertad y me he permitido hacer poesía social. Dejo un ejemplo:

En las cunetas
con latas olvidadas
los fusilados.

RP: ¿Para terminar qué proyectos tienes en mente?

MP: Algunos proyectos quedaron en el tintero por la pandemia. Espero retomarlos,  y proseguir con la andadura de La libertad, que salió a finales de 2019.

RP: Gracias María por tu tiempo

MP: Gracias a vosotras. El tiempo está para eso, para compartirlo.

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PACO MATEOS: «LA POESÍA PARA MÍ ES UNA SEGUNDA VIDA. LO MÁS IMPORTANTE DE LA VIDA UN TIEMPO CON VISOS DE ETERNIDAD QUE NO ACABA NUNCA.»

Por: Isabel Rezmo


Según Ricardo Gullón Lorca sobre la poesía asegura que «es algo que anda por las calles. Que se mueve, que pasa a nuestro lado. Todas las cosas tienen su misterio, y la poesía es el misterio que tienen todas las cosas«. O también que «no tiene límites». Nos puede estar esperando en el quicio de la puerta en las madrugadas frías, cuando se vuelve con los pies cansados y el cuello del abrigo subido. Sin embargo, le dice a Gerardo Diego: «Pero ¿qué voy a decir yo de la poesía? ¿Qué te voy a decir de esas nubes de ese cielo? Mirar, mirar, mirarlas, mirarle y nada más. Comprenderás que un poeta no puede decir nada de la Poesía. Eso déjaselo a los críticos y profesores. Ni tú ni yo ni ningún poeta sabemos lo que es la poesía».

Luis Cernuda hacen evocar la figura del poeta, como la de un Bécquer actual, errando melancólico por climas de triste lejanía. Cernuda es un contemplativo. Atraído por el mundo y su contradictoria hermosura, hecha de sangre y sueño, de placer y angustia, buscó en su primer libro el «Perfil del aire», aspiró a una exactitud de concepto cercana a la noble escuela de Jorge Guillén. 

Desde esta perspectiva de este papel del poeta humano, contemplativo, Proverso presenta este mes a un poeta que se mueve entre la vida, la pasión, lo humano y una lírica y una fuerza como pocos demuestran. Hablamos de Paco Mateos. Hablamos de un poeta dedicado en cuerpo y alma a la vida y a la poesía con las connotaciones que eso conlleva.

Poeta escritor. Conferenciante. Nació en Lora de Estepa, Con la luna en Capricornio en 1953. Descubrió a Bécquer a los catorce y Machado a los dieciséis desde entonces no ha parado de escribir. Paco Mateos es dueño de un lenguaje poético, luminoso y musical con marcadas influencias de los mundos y formas flamencas así como de la tradición andaluza. Pero quizás lo que mejor defina su ya larga y prolija producción poética sea la presencia constante de la poesía amorosa en toda su obra. El Poeta se ha consolidado como una de las voces más vigorosas de la poesía andaluza, participa en numerosos encuentro y recitales y la presencia de su voz poética es constantes en las redes sociales. Poeta comprometido con su tierra y con la luz, solidario frente al dolor y las tragedias de su tiempo, pertenece al grupo de poetas de Sevilla, “Poetas por la Paz”.
Paco es autor de los siguientes libros: «Al Sur del corazón» “El Alba rumorosa” “Del color de las nubes!,“Las Cuatro Esquinas del Tiempo.”, “A la sombra de abril”, El lánguido candor de la rosa de otoño”, “La Flor del deseo” y “La Venus del Jazmín” editada en mayo 2019 en amazon
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RP: Buenas tardes Paco, ¿Qué importancia tiene para ti la poesía?

PM: La poesía para mí es una segunda vida. Lo más importante de la vida un tiempo con visos de eternidad que no acaba nunca.

RP: ¿Crees que se ha perdido  el sentido más romántico y visceral de la poesía?

PM: No se escribe, se siente con el alma, se escribe con el alma y todo transido del fulgor y la luz melancólica de la palabra poética.

RP: ¿Cuándo te acercaste a ella por primera vez?

PM: Con 5 años, yendo de la mano de mi madre a la estación del tren de Casariche andando seis kilómetros y nos sorprendió la luz intensísima de un amanecer que aún pervive detenido en mis ojos.

RP: Uno de los rasgos en tu poesía es el lirismo que te inunda ¿qué poetas te han influido o te han marcado?

PM: Antonio Machado, Luis Cernuda, Federico García Lorca y Miguel Hernández.

RP: ¿El amor es tu principal impulso para escribir?

PM: Sí. El amor en todas sus formas y maneras. El amor intemporal, libre, desatado, pasional, lúbrico. El amor su fuerza cósmica, la historia, el mundo y todo sus derivados giran en torno a él. Sin él no existiría el arte, ni la música, ni el cine, ni la literatura.

RP: ¿Hay posibilidad de separar el hombre del poeta?

PM: Sí. Si rotundamente sí. Una es la vida cotidiana banal, intrascendente, fútil por la que transitamos como número descabalgado y solo sin más fin que nacer y morir y otra la luz interior deslumbrante cósmica esa que nos hace crear mundos donde la belleza, el dolor y el sentir el mundo que trasmina su esencia, su infinitud. El universo tocado por la mano primera a tientas como un niño que descubre el misterio mismo de existir.

RP: ¿Has descubierto ya todo lo que era preciso,  o crees que aún falta mucho por vivir y saber?

PM:Como bien dijera nuestro dilecto poeta sevillano don Antonio Machado. “Hoy es siempre todavía”. Cada día, cada instante, cada soplo de la vida que te alienta, cada luz, cada tarde nunca el poeta siente de la misma manera, los poetas inventan la vida a cada paso y aún después de morir siguen abrazados a los versos.

RP: Un verso que ahora mismo  recuerdes…

PM: Un verso de un poema en prosa de Luis Cernuda en su libro “OCNOS” en donde el poeta cuenta la vuelta a un hotel en  la frialdad de una madrugada desolada y nos dice: “Y siempre pueda verte / frente a los ojos míos / sin miedo y sobresaltos de perderte”

RP: ¿Qué hay de Paco Mateos en cada libro que has escrito? ¿Qué encontramos en ellos?

PM: El yo impersonal con el que escribo es mi luz y mi sombra. Sombra que no es mía sino de los que antes de mí vivieron y escribieron en esta tierra milenaria que canta por los siglos fiel a la tradición y su maestro mi poesía es andaluza, luminosa, honda, transida, de música y de ritmos identitarios. Poesía en busca de la luz, del alma de las cosas, de la naturaleza en su estado más puro.

RP: ¿Cómo estás viviendo esta época de pandemia?

PM:Con dolor, pero también con rebeldía y creando incesantemente porque debemos los artistas aportar al mundo nuestra luz como consuelo frente a tanta desolación, el arte tiene la obligación de permanecer, de afirmarse frente a todo. Eso tan sencillo y tan difícil nos salva.

RP: A modo de despedida, algo que quieras señalar.

PM: Quiero despedirme, con unos versos que esta vez no son míos sino de ubetense Joaquín Sabina “Que el fin del mundo, nos pille bailando”.

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PAQUI AQUINO PÉREZ: «LA POESÍA ES UN ENCUENTRO CON UNO MISMO Y CON EL MUNDO, ES LA QUE ME MANTIENE UNIDA A LOS RECUERDOS».

Por: Isabel Rezmo


SOLEDAD
En ti estás todo, mar, y sin embargo,¡qué sin ti estás, qué sólo,qué lejos, siempre, de ti mismo!
Abierto en mil heridas, cada instante,cual mi frente,tus olas van como mis pensamientos,y vienen, van y vienen,besándose, apartándose,con un eterno conocerse,mar, y desconocerse.
Eres tú, y no lo sabes,tu corazón te late y no lo siente…¡Qué plenitud de soledad, mar sólo!
Diario de un poeta recién casado Juan Ramón Jiménez

El mar tiene esas connotaciones que nos proporciona serenidad, calma, introspección. Su sonido es gratitud, es lucha, es fuerza. Y con él, viene además el sonido de la poesía de tantos poetas como Juan Ramón Jiménez. Y hoy hemos querido traer desde Huelva el sonido del poema, de la vida, de sus inclemencias en la voz y la entrevista con Paqui Aquino.

Mujer, poeta:

Paqui Aquino Pérez, 1948.
Nací cuando estaba amaneciendo en San Juan del Puerto un pueblo de la provincia de Huelva, se asomaba el astro Piscis comenzando a brillar en el firmamento.

Escribo para expresar mis sentimientos, llevándome a un mundo irreal donde me transformo en aprendiz de poeta.
Quiero dejar en mis versos mis huellas y busco en la poesía mi alimento.
Desde niña soy amante de los libros y ahora soy mujer y sigo amando las palabras, llegando a cambiar mi diario personal por mi agenda cultural. Comencé mi actividad literaria a partir de 2000-2001 cuando funde la Tertulia Literaria «Nuevo Horizonte» de Huelva, pasando a constituirse en el 2007 en Asociación Cultural de Mujeres, soy la presidenta desde su fundación hasta hoy, en 2008 funde la Asociación Fahrenheit 451 las personas libros de Huelva, para fomentar la poesía a través de la palabra compartida y es desde este espacio cultural donde fomento y desarrollo mi pasión por la literatura y el voluntariado cultural.

Forma parte de la Plataforma “Poetas de Huelva por la Paz” desde su fundación y de la Asociación Cultural de “Poetas del Atlántico”.
He participado en los siguientes encuentros: Burros Verdes, Moguer Huelva, Encuentros Poéticos Teatro Romano de Itálica, Úbeda III y IV Encuentro Internacional de Poesía, Poetas Andaluces, árabes y portugueses con Miguel Hernández. Antología del II Y III Encuentro en Rosal de la Frontera, Festival Internacional de Poesía y Arte Grito de Mujer Moguer, Huelva y Castro Marín, Portugal. Encuentro Internacional de Editores Independientes, “Edita” Punta Umbría, Huelva…
Tengo más de 20 antologías publicadas, algunas en colaboración con la Tertulia Literaria “Nuevo Horizonte” y otras… destacando las siguientes: Poemas y relatos (2001), Las Otras Mujeres (2003), Habitaciones Propias (2006), Palabras de Mujeres Onubenses (2008), Alquimistas de Sueños (2014). Lazos Unidos, Libro solidario de igualdad de género (2016), Poetas de Huelva por la Paz (2016), Huelva es Verso (2017).
Las Mil y una noches del 1900 (2017), Confinamientos de Versos (2020), antología solidaria, Se abre el Telón y Con letra de Mujer, publicados por la asociación de Jardín de Judith ediciones, Antología 20 Ver-S.O.S. una producción de Atreverse yo tu prójimo…
Accésit al poema “La otra orilla” en el XIII concurso Nacional de poesía de Barcelona. (2009)
Colaboración desde el 2001 en la Revista de las Fiestas Patronales de San Juan Bautista, San Juan del Puerto (Huelva)

He colaborado en el disco del cantautor Nicolás Capelo “Palabra de Mujer”, con la letra de la canción “A mis nietas” (2015).
Poema “Réquiem a Antonio Perejil Delai”, musicado y cantado por Alonso Pérez en el homenaje celebrado en Nerva en marzo de 2020 y publicado en la revista “nervenses”.

En el 2018 público en solitario mi libro de poemas: Autorretrato: Por el amor y por la vida.

RP ¿Cuándo nace en ti la necesidad de escribir?

PA: Escribir es expresar mis sentimientos, desde niña ha sido una necesidad para mí, escribía en mi diario y leía todo lo que cogía en mis manos: periódicos, tebeos de hadas, y ya un poquito más mayor me incline por la poesía, comenzando a leer a Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado Alejandra Pizarnik, Virginia Wolff, incluso forre mi cuarto con algunos poemas de Mario Benedetti. Hoy con mi nueva forma de pasear por la vida, con la prisa justa, entregando todos mis sentidos al placer de la poesía y a todas mis emociones, a mis versos tranquilos en esta nueva etapa de mi vida.

RP: ¿Qué lugar ocupa la poesía en tu día a día?

PA: La poesía para mí es una aliada, es una forma de vivir, es la que me ayuda y está a mi lado todos los días para ayudarme a pasar los baches que me voy encontrando por la vida. Ella me mantiene la ilusión para seguir viviendo.

RP: ¿La poesía es un “encuentro”?

PA: Sí, creo que es un encuentro conmigo misma y con el mundo, es la que me mantiene unida a los recuerdos, llevándome hasta el papel en blanco y desnudarme de todos los sentimientos guardados en mi corazón desde siempre, la poesía hoy para mí es tan necesaria que no concibo vivir sin ella.

RP: Aunque la pregunta suene a tópico, ¿crees que la poesía puede (o debe) cambiar el mundo?

PA: Creo que la poesía puede cambiar el mundo, como digo en mi frase para los poetas de la paz: “la paz es un objetivo, un camino que no tiene fin ni fronteras” y la palabra hecha poesía casi siempre conmueve al que la lee, es el objetivo de los poetas de Huelva por la paz, denunciar y reivindicar para que la poesía pueda parar una bala y ojalá se consiga algún día.

RP: ¿Qué autores te han influido más?

PA: Son varios los escritores/as que me han influido, leo mucho a Miguel Hernández, Bécquer, José Manuel de Lara, Me gusta mucho la poesía más actual como la de Isabel Rezmo y la de otras autoras de la generación del 27 y también la novela me atrae y leo mucho a Isabel Allende, María Dueñas… Pertenezco a dos clubes de lectura y se lee de todo, desde Edgar Allan Poe hasta Julio Llamazares y en el otro es todo lectura femenina. Todos los temas me gustan, a veces unos más que otros.

RP. Elige un verso que te haya marcado especialmente

PA: «Caminante no hay camino, se hace camino al andar» este verso de Antonio Machado me lo aplico mucho, la vida es un camino continuo que cada día es diferente y lleva por senderos inesperados y hay que salir al encuentro de momentos y días buenos y otros regulares.

RP: ¿Qué supuso para ti escribir Autorretrato?
PA: Supuso un ante y un después en mi vida de “poeta” publicar
Autorretrato: por el amor y por la vida, fue un cambio y una
responsabilidad, había participado en más de veinte antologías en todo este tiempo, pero un poemario solo mío me parecía una utopía, el día que me lo propusieron yo me eche a reír, lo veía imposible, pero aquí está y estoy muy contenta, habla de mí, de mi vida, de mis inquietudes con la sociedad y hay poemas, amor, mi niñez, mi pueblo San Juan del Puerto, de Paz para denunciar, la guerra, la contaminación, las injusticias hacía la mujer…

RP: Perteneces a varios grupos poéticos. La pandemia ha traído la inactividad, el pasotismo o cuanto menos una actividad cultural más reducida, ¿crees que en el futuro será así? ¿Cómo ves toda esta situación generada por la pandemia?

PA: La pandemia le ha dado un gran golpe a la cultura, este tiempo de inactividad cultural en todos los ámbitos la ha dejado muy malherida, de hecho es el sector más castigado de todos por la COVIC-19. Yo opino que pasará tiempo antes de que volvamos a ver los teatros llenos y los recitales con gentes que realmente les guste la poesía. Hay que ser realista porque estábamos viviendo una época maravillosa, parece que se había despertado de un largo sueño y las gentes empezaron a ir a los actos culturales con asiduidad; pero ahora costará mucho volver a llenar los teatros y salones de actos. Espero con esperanza que volvamos a verla florecer.

RP: ¿Tienes pensado algún nuevo proyecto a largo o a corto plazo?

PA: Pues siempre tengo proyectos y ganas de hacer cosas por la cultura. Ahora me centro mucho en mi Tertulia Literaria “Nuevo Horizonte” para que a tod@S estemos escribiendo poesía, aunque sea a través del WhatsApp y nos conectamos cada tres semanas y con el audio hacemos una tertulia y exponemos nuestros trabajos. También está en el cajón un montón de cuentos que quiero organizar para publicar, eso a largo plazo, espero que pase esta pandemia para renovar todas las actividades culturales con alegría.

RP: ¿El miedo es una reacción, o una consecuencia?
PA
: El miedo es una reacción adaptativa que nos prepara para actuar ante un posible peligro. El miedo es la emoción que más consecuencia produce en nuestro interior.
RP: Gracias por asomarte a esta casa:
PA
: Muchas gracias por invitarme a participar en la Revista Cultural Proverso. Gracias a Isabel Rezmo y a Inma J. Ferrero por su gran labor por la cultura en general y la poesía en particular, hay que seguir de mil maneras diferentes y siempre reinventando proyectos para estar preparadas para cuando termine esta pandemia y volvamos a los recitales. Espero que nos veamos pronto.

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JOSÉ ANTONIO FERNÁNDEZ: LA ELEGANCIA DEL VERSO.

Por: Isabel Rezmo


Proverso se abre a una nueva entrevista que ofrece a sus lectores, para acercarlos a la poesía de los autores que cada mes mostramos.
Córdoba irradia algo especial. Sus calles, su historia, sus gentes. Ir a Córdoba es exhalar el azahar, amar sus patios. Reconocer, descubrir su pasado, su gloria. Es pensar en Julio Romero de Torres, es pensar en el legado de Maimónides, escuchar el flamenco en cada esquina.
Es recordar la poesía de su hijo más ilustre Luis de Góngora:

Oh excelso muro, oh torres coronadas
De honor, de majestad, de gallardía!
¡Oh gran río, gran rey de Andalucía,
De arenas nobles, ya que no doradas!

La lírica cordobesa ha sido enorme. Ha dado importante nombres que quedan para siempre, en la memoria colectiva e individual: Pablo García Baena Ángeles Mora; El escritor y traductor Manuel Álvarez Ortega,, Juana Castro o Pablo García Casado .
Sin embargo nuestro invitado de hoy también merece una atención especial. Hoy os presentamos un diálogo con el poeta José Antonio Fernández García.
Su poesía emociona. Una escritura sencilla, melódica. Versos muy pausados que claman en la mente, asaltan y te conmueven. Constituye la elegancia en el verso, un lirismo puro y rítmico. Tal como afirmó el jurado que le otorgó el XXVII premio de poesía Acordes, el más antiguo de la provincia de Córdoba:
«En Jose Antonio se reconoce el triunfo de lo cotidiano y la sentimentalidad, apreciando la influencia de Javier Egea, desde los primeros versos, en un poemario crítico, que también bebe de la poesía social de Blas de Otero y Gabriel Celaya. La obra está escrita en un tono emotivo y romántico, que se asemeja a los poemas de Cántico, la mejor poesía cordobesa de siempre,pero trascendido y reactualizado con una gran frescura y autenticidad.«

José Antonio Fernández García es natural de Luque (Córdoba). Diplomado en filología francesa y licenciado en Psicología. Galardonado con el primer premio y edición de la obra en la VIII edición de los premios Luis Carrillo de Sotomayor, publicando el poemario Sinceramente Humano (Divagaciones, confesiones y diálogos). Finalista en el concurso internacional Horizontes literarios de poesía y narrativa. Finalista y cuarto premio en el certamen internacional de poesía Párrafos sin límites, celebrado en Córdoba, Argentina, publicando cuatro poemas.

Ha publicado en diversas antologías.
Finalista en el I Certamen nacional de poesía Cimientos.
En el año 2015, publica el poemario, Momentos de par en par, en la editorial Estratega.
Ha colaborado en las revistas literías: Ánfora Nova, Suspiro de Artemisa, Ababol, Sopa de ornitorrinco, Papel literario y Sierranueva.
Publicación del libro Luz en la penumbra. 7 poetas cordobeses con la Unión Nacional de Escritores a la cual pertenece.
Participa en la ANTOLOGIA QUEJÍO. CÓRDOBA CON GRITO DE MUJER en los años 2016 y 2017.
Participa en la antología Los nudos del tiempo III. Participa en la antología I y II y III Encuentro de Versos Solidarios.
Participa en las Antologías Los Nudos del tiempo III y Homenaje a Ricardo Molina, Homenaje a Juana Castro, Homenaje de Soledad Zurera, todos ellos con el Ateneo del Córdoba.
Ha participado con la revista literaria Ánfora Nova con un poema, en la celebración de su 30 aniversario.
Ha participado con tres poemas en el número 40 de la revista literaria de Granada Alhucema Coautor en la publicación del poemario Humanamente poético, editorial Estratega.
Publicación de Náufrago en ti en 2018, y A bordo del mar, en 2017 con la editorial Detorres editores.
Ha publicado en la antología colectiva El amor es como el mar.
En abril de 2019 es galardonado en el XXVII Premio Nacional de poesía Acordes, con el libro Paisajes.

RP: Buenas tardes José Antonio es un placer tenerte en PROVERSO. ¿Escribir es una necesidad vital?
JAF: No sé si es una necesidad vital, pero existencial sí lo creo. Y artística. Hay momentos en que uno necesita arrancarse “eso” extraño y maravilloso que le arde a uno por dentro, que te quema a veces, que te alivia otras, y sientes que debes abrir la ventana y darle luz, forma y aire para compartirlo. En el caso de escribir poesía, no basta con arrancarlo, hay que hacerlo de un modo rítmico, con delicadeza y con amor y trabajo, incluso cuando es una mala espina, para que no chirríe en los ojos de quien lo lea.
Conforme pasan los años, y uno continúa en esto del verso, el nivel exigencia también crece, y también el de aprender. Por eso considero que es importante leer, aunque sea poesía que está muy lejos de la manera particular que uno tiene de entenderla.


RP: ¿En qué momento de tu vida descubriste la poesía?
JAF: La poesía la descubrí a edad temprana, en tercero o así, y leyendo a Bécquer. Desde ese momento tenía claro que yo sería poeta.


RP: Se dice que la poesía es simplemente trasladar nuestras emociones a un papel ¿Existe algo más allá de ese hecho? ¿O su papel es así de simple?
JAF: En mi caso, el poema, antes de llegar al papel pasa por un largo de recorrido de vicisitudes. La mayoría de las veces, el origen suele situarse en domingo por la mañana, y después de una largo paseo por las calles de Córdoba, o Cádiz o Fuengirola, donde me detengo en plazas, paseo por calles poco concurridas, contemplo el mar o visito lugares más o menos sagrados, pero repletos de una energía única que observo o vivo, incluso en las carnes del prójimo…Después de esa singladura, me detengo, busco un banco y plasmo ese instante en versos. Esas primeras impresiones las llevo al papel, y durante una o dos semanas les voy dando forma, ritmo, una medida si el poema creo que lo requiere, añado o quito, visto o desvisto, o completo, y luego lo dejo reposar…Y tras un reposo de una semana, lo leo en voz alta, y es entonces cuando al ponerle voz, en caso de estar más o menos satisfecho lo bautizo como poema.


RP: ¿Autores que te hayan influido?
JAF: Hay muchos poetas que me han influido. Por ejemplo Blas de Otero. Pero también, y mucho, Javier Egea, José Antonio Ramírez Lozano, Alejandro López Andrada, Eduardo García o Álvarez Ortega. Leo mucho a mis coetáneos, de quienes aprendo y comento. Siempre hay
que tener abierta la puerta del aprendizaje y de la emoción.


RP: A la hora de escribir ¿Cuál es tu fuente de inspiración?
JAF: Mi fuente de inspiración puede variar: desde algo que observo, hasta un poema de alguien que leo en ese momento y me conmueve. O sencillamente siento. Y según sea la inspiración de ese día o de ese instante, suelo hacer uso de dos maneras distintas de enfrentarme al trabajo: o con poemas que llamo de “pellizco”, que suelen ser cortos e intimistas, de paisaje interior; o bien nace un poema, digamos, más extenso y descriptivo sobre acontecimientos que me han salido al paso, que me han dolido o inquietado o sencillamente me ha fascinado, y que plasmo luego en la hoja de papel.


RP: Dentro de los círculos poéticos (encuentros, recitales, publicaciones…) ¿Cómo ves el presente actual? ¿Qué necesidades y qué elementos negativos has observado?
JAF: El presente actual es de lo más alentador. Esos encuentros es una manera de compartir versos y experiencias con otros poetas, y también de viajar. Los Encuentros de Úbeda, Cabra, Priego u Osuna han sido experiencias de lo más gratificante a nivel poético y personal. Sobre lo negativo, no lo veo. La pena esté tal vez en no poder asistir a algunos por su lejanía.


RP: ¿Un libro qué te guste especialmente? ¿Un verso?
JAF: Hay muchos libros que me han gustado especialmente, pero por nombrar alguno Yesca de José Antonio Ramírez Lozano. Sobre un verso, cualquiera de Javier Egea. Vino primero frívola –yo niño con ojeras-


RP: ¿Cuál es la base para un buen poema?
JAF: La base es llevarlo dentro, luego leer, trabajar y “perder” tu tiempo trabajando el poema. Porque un poema, a mi modo de ver, no es soplo que se lleva al folio. Hay que hacerlo poema. Las imágenes, la musicalidad, el provocar emociones son algunos de los elementos que procuro deliberadamente a la hora de trabajar.


RP ¿Hasta qué punto es deseable que un poema sea sencillo, desnudo, corto?
JAF: Cada vez me inclino más por la sencillez en las palabras cuando escribo versos de experiencias “de puertas afuera”, de acontecimientos que veo y me han impresionado y con los cuales, en cierta manera, procuro darle un matiz de corte social o crítico. En los poemas intimistas soy más meticuloso e introvertido a la hora de desnudarme, tal vez porque son “sorbitos” de alma, y cuesta mostrarlos.


RP: ¿crees que tu poesía sirve o puede servir como terapia para tus lectores y/o para ti mismo?
JAF: Voy a confesar algo. Cuando me dicen que un poema mío ha besado el alma, me emociono. No procuro que sean terapéuticos. En absoluto. Pero sí me haría muy feliz que mis versos sean manoseados y exprimidos, y si con alguno de ellos consigo darle voz a un sentimiento que alguien tiene y no sabía traducir, me doy por satisfecho. Hay poemas de corte de social, y ahí pretendo abrir conciencias; en los íntimos o de “pellizco” darle voz al alma; en los poemas emotivos, emocionar. Y poco más. Y siempre con un ritmo y una cadencia. No entiendo los versos narrativos.


RP: Para terminar, algo que desees añadir.
JAF: Gracias a esta entrevista tan íntima, y que me ha servido tal vez para conocerme incluso a mí mismo


RP: Gracias por ofrecer este ratito de tiempo para Proverso.
JAF: Gracias a Proverso por esta interesante entrevista.

 

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JESUS APARICIO GONZALEZ: «LA POESÍA HA SIDO, ES Y SERÁ SIEMPRE, ES INTEMPORAL»

Por: Isabel Rezmo


La palabra es necesaria para el mundo, para el poeta es mucho más. Es su incensario, su plomo, su miga. Necesitamos rescatarla para que el mundo lo entienda. El lenguaje gráfico que rodea el verso es un compendio de múltiples reflejos.La palabra invoca una acción desmedida: desierto y vacío, virtud y conocimiento. Mucha hambre, sencillez.

Nuestra entrevista este mes gira en  torno a estos parámetros.  Presentamos  un poeta, en el sentido más puro y genuino. Jesús Aparicio González (Brihuega, Guadalajara-España) ama la palabra. A través de su poética  refleja todo el trabajo que ha dedicado a cuidarla e intentar trasmitirla como un océano de luz, de verdad.  Su poesía encierra el enigma, imagen, mística, sosiego, introspección…

Probablemente dejemos mucho más. Pero debemos quedarnos  con la verdad que encierra su poesía, una verdad que nace de lo más cotidiano y genuino. El mundo tiene múltiples aristas y Jesús condensa esas aristas en un único y trascendental principio: el verbo, tan real como el aire que respiramos y su meditación es esencial para entender el universo que nos rodea. Un conocimiento a través del   diálogo con la parte humana y poética  que habita en nosotros, y fuera ante nosotros.

Recientemente, ha publicado su último trabajo: “Sin saber que te espera”, con la editorial Ars Poética, (2019).

Proverso quiere acercar a sus lectores, la figura y la obra de este gran poeta, servidor de la palabra y de la sencillez absoluta.

RP: Buenas tardes Jesús, un placer tu compañía. ¿Cómo definirías la poesía?

JA: Pregunta con la que nos acostamos y levantamos cada día los poetas. Cada uno busca la suya en cada poema. Ya lo cantó perfectamente Bécquer: “Espíritu sin nombre/indefinible esencia……de que es vaso el poeta” Y si hay alguna breve poética con la que me sienta también identificado es esta tan conocida de Miguel de Unamuno: “pensar con el sentimiento y sentir con el pensamiento”, idea y emoción formando un todo indisoluble que alimenta la palabra, palabra precisa y necesaria, que al fin y al cabo es la materia con la que construimos y cantamos los poemas. Y si quieres una de mis poéticas más personales te comparto este poemilla incluido en mi libro “El sueño del león”:

Pañuelo y palabra

dan vuelo a una paloma.
Adán fue soplo sobre inerte barro
y yo me vuelvo al barro en breve soplo.
La vida (y la poesía) al fin se explica
desde la magia.

RP: ¿La primera vez que sentiste su llamada: fue conocimiento o revelación?

JA: La poesía entró en mí no por iluminación sino por inmersión. Recuerdo estar en modo poético toda mi vida. Desde que a los tres, cuatro años, escuchaba y cantaba desde el balcón de mi casa natal en Brihuega, las jotas que escuchaba a mi padre y las que yo mismo me inventaba. Pronto dejé de cantar por timidez y me puse a escribir, ocultando lo escrito en principio, publicando bajo sinónimo en mi adolescencia después……. Y hasta hoy, en este tiempo (tan dado al espectáculo) en que me expongo con un cierto temor al desnudo del espíritu en que nos deja la poesía.

RP: En la actualidad con la cantidad de creadores que surgen ¿Dónde radica el éxito en la poesía?

JA: La poesía tiene poco que ver con el “éxito” mundano, con la fama que como humanos perseguimos inútilmente, llevados por el sinsentido de la vanidad. La poesía es el ser irrenunciable que el poeta, que de verdad lo es, lleva dentro. Y con ella va creciendo, recreándose en cada verso, que es siempre esa agua, esa luz que le da vida.

RP: Pessoa afirmaba “Ser poeta no es una ambición mía, es mi manera de estar solo”. ¿Qué significado tiene para ti?

JA: Palabras proféticas de Pessoa. No hay poesía sin soledad, tanto para escribirla como para recrearla leyéndola. Una manera de estar y de ser. Te puedo compartir unos versos que escribí hace apenas dos días:

UN CÍRCULO VIRTUOSO

La soledad nos regala el silencio,
el silencio engendra poesía,
poesía se goza en soledad.

RP: Actualmente hay un activismo poético o literario exagerado; y en ocasiones la poesía se relega a un ámbito privado minoritario.  ¿Dónde crees que radica el equilibrio?

JA: Juan Ramón Jiménez ya nos dijo que dedicaba su poesía “A la inmensa minoría”. A mi modo de ver la Poesía reniega del espectáculo y del circo que en esta sociedad postmoderna estamos montando. Todo ello sirve para su difusión, bien, lo admito. Pero al fin, el verdadero disfrute de la Poesía, se da en el cara a cara con la Palabra, en la soledad del estar con uno mismo.

RP: ¿Crees que la poesía está perdiendo su verdadera identidad?

JA: La poesía ha sido, es y será siempre, es intemporal, trasciende sobre las modas de cada época. Está ahí para quien sabe encontrarla y vivirla, para quien reconoce “ese anillo que sujeta/ el mundo de la forma/ al mundo de la idea” (Bécquer dixit)

RP: ¿Los autores que más te han marcado?

JA: La lectura y relectura de los clásicos españoles han sido siempre un alimento poético en mí. Recuerdo que en mi adolescencia devoraba con insistencia poemas de autores completamente distintos pero esenciales cada uno de ellos: desde León Felipe a Vicente Aleixandre, desde Juan Ramón Jiménez a Blas de Otero, desde Antonio Machado a Luis Cernuda, desde Ángel González a José Ángel Valente…….cada uno es un universo en sí mismos y todos, de alguna manera, han influido en mí.

RP: En tu caso  ¿Cómo es el día a día en tu quehacer poético ?

JA: Contemplar, escuchar, prestar atención a todo aquello que nos rodea, por pequeño e insignificante que se nos presente a los sentidos, cada día puede surgir el relámpago de la poesía. “Amor y poesía cada día” nos aconsejaba Juan Ramón. Y dejar sobre el papel “unas pocas palabras verdaderas” que el tiempo decantará y juzgará si pueden ser publicadas.

RP: De todos tus libros ¿cuál es el más representativo o el que más te ha llenado o te ha dejado satisfecho?

JA: No sabría decirte. Todos tienen algo especial para mí: “Con distinta agua” (que ganó el premio de Aranda de Duero) marcó un punto de inflexión en mi obra, pero luego , creo, he crecido como poeta: “Las cuartillas de un náufrago”….. “La paciencia de Sísifo”…. y este último, claro, “Sin saber que te espera”, por ser el más reciente y el que incluye unos poemas finales dedicados a la enfermedad y muerte de mi padre.

RP: ¿Qué va a encontrar el lector en “Sin saber que te Espera”?

JA: Este libro ahonda en la realidad, pensada y sentida desde el corazón de un hombre que se sabe perecedero y por lo tanto semilla de lo que está por nacer. Poemas que han surgido en el devenir cotidiano, donde el temor y la esperanza construyen el aquí y ahora, muchas veces apresado entre las garras del tigre pero siempre bajo ese soplo que mueve y eleva la mirada del águila. Serenidad y gozo de vivir reconocido en las cosas pequeñas.

RP: Muchísimas gracias por tu tiempo.

JA: Muchas gracias a ti por tu dedicación y trabajo (no siempre reconocido), por el alma y la ilusión que pones en sembrar y difundir la Poesía allí por donde vas.

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FLAVIA FALQUÉZ| «LA POESÍA ES UNA FORMA DE NOMBRAR EL MUNDO Y APROPIARSE DE ÉL»

Por: Isabel Rezmo


 

PROVERSO tiene el placer de conversar con la poeta  colombiana Flavia Fálquez. Recientemente ha regresado después de visitar su tierra de origen en Colombia, después de un largo tiempo de ausencia.  Flavia tiene doble nacionalidad española y colombiana. Inmenso es su amor por Lorca, y vive establecida en Granada, ciudad que la enamoró y por eso decidió  quedarse.

Flavia nació́ y creció en Barranquilla (Colombia). Es licenciada en Filosofía y Letras, con especialización en literatura; su tesis de grado, García Lorca y el sortilegio del duende, mereció la distinción Summa Cum Laude de la Universidad de los Andes de Bogotá, ciudad en la que vivió durante más de veinte años.

En 1978, su poemario Hojas de nostalgia obtuvo el primer lugar en el concurso de poesía de la Universidad Javeriana de Bogotá y fue publicado al año siguiente. En 1994, su libro Coplas a Leonor obtuvo el segundo lugar en la VII versión del Premio Nacional de Poesía Carlos Castro Saavedra de la ciudad de Medellín, publicado con un prólogo de Meira Delmar por el PEN Club de Bogotá en 1995.

En 1996 realizó un curso sobre escritura de guiones para cine y televisión en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños (Cuba) y en 1997, ya en España, hizo estudios de doctorado en Historia Medieval en la Universidad de Granada, así como un posgrado en Técnicas Audiovisuales. En junio de 2012 terminó un master en Fotografía en la Escuela de Fotografía, Interpretación y Cine, Filmosofía de Granada.

Es miembro de la Academia Norteamericana de Literatura Moderna (Capitulo Reino de España) y ha participado en diversos encuentros poéticos en España y Colombia, entre los que se encuentran: el V, VI y VII Encuentro de Mujeres Poetas de Roldanillo ( Valle del Cauca‐Colombia ), el VI Festival “Grito de Mujer” de Granada, el III , IV Y V Encuentro Internacional de Poesía “Ciudad de Úbeda”, el I Encuentro Nacional de Poesía “En un lugar de La Mancha”, el Festival Internacional de Poesía de Madrid, 2016 , y el IV Encuentro Internacional de Poesía “Ciudad de Aprilia” en Italia. Su poema “Montaje” fue finalista en el XXV Concurso de Poesía “Ciudad de Arnedo” (La Rioja) y también ha sido finalista, sucesivamente, en los concursos “Versos en el Aire V”, Erotismo Poético II y “Luz de luna II” de Diversidad Literaria. Su obra se ha publicado en numerosas antologías de poesía españolas e iberoamericanas.

En febrero de 2017, MRV Editor independiente publicó su tercer libro de poemas: “Para nombrar la madrugada”.

R.P: Buenas Tardes Flavia un placer asomarte a las páginas de PROVERSO. ¿Cómo te encuentras después de un viaje tan largo y esperado en el tiempo a tu tierra de origen, Colombia?

F.F: Primero, quiero darle las gracias a Proverso por brindarme esta calurosa bienvenida. En cuanto al viaje, debo confesaros que todavía me encuentro un poco en tierra de nadie. He regresado al que es mi hogar desde hace 21 años, pero de alguna manera mi inconsciente aún sigue allí. Y es que nadie regresa indemne de un viaje a los orígenes. Yo tomé la decisión de volver a Colombia impulsivamente y solo movida por las ganas de estar un largo tiempo con mi madre. Para ello, en lo único que pensé fue en que mis médicos (soy trasplantada y tomo inmunosupresores) me dieran el visto bueno, más que por mí, por mi madre y  para que pudiese estar un poco tranquila le transmití lo que los médicos decían: que con las medidas necesarias, no había ningún problema con el trópico y sus legendarias virosis. Me lancé a la aventura sin tener en cuenta que todo viaje tiene algo de iniciático, más aún cuando éste implica volver a la tierra de tu infancia y juventud, y por ello no pensé en lo que me esperaba, en las lecciones que aprendería y en lo intensas que serían las vivencias.

Yo me vine de Colombia en octubre de 1997 saturada y cansada de mi vida allí. Ese hecho y el sentir la emoción de  que por fin conocería España y llegaría a Granada tras los pasos de Lorca, no me dejaron ser consciente de todo lo que dejaba atrás. Luego vinieron las muertes de muchos seres queridos, las pérdidas que ya son incontables y poco a poco me fui distanciando de mi tierra. Mi lazo permanente, mi ancla fue y ha sido siempre mi madre. Por ella, no me desligué por completo  de esas ciudades, de ese mundo en el que transcurrió gran parte de mi vida.

Tomé el avión hacia Cartagena de Indias llena de incertidumbre y de mucho miedo. No sabía qué me iba a encontrar después de tantos años,  ni si soportaría la ausencia de mis seres queridos. Hoy que lo veo con la distancia que da el tiempo transcurrido, me doy cuenta de que en realidad me estaba embarcando en un viaje hacia mí misma.

R.P:   Supongo, que  este viaje te ha supuesto reencontrarte  a ti misma en muchos aspectos. ¿Es así?

F.F: Claro, pero fue un proceso largo que me llevó casi todo el viaje. Menos mal que fui por dos meses y medio, porque si hubiera viajado sólo por un mes, no habría podido lograr sentir  la conexión con mi tierra. Cuando llegué, la primera sensación fue de extrañeza y me sentí muy identificada con un personaje de la última novela del escritor cubano, Leonardo Padura, que dice más o menos así: la sensación de extrañeza termina por imponerse a la de pertenencia. Y eso fue lo que me ocurrió en los primeros días, todo había cambiado tanto (ni se imaginan aquí en Europa, la velocidad a la que cambian las ciudades sudamericanas) que no lo reconocía y muchas veces me sentí desubicada porque no lograba sentirme de allí, no lograba encontrar en mi alguna sensación de pertenencia. Y así pasé el primer mes, como una turista cualquiera recorriendo, conociendo y a veces reconociendo los lugares en los cuales transcurrió mi infancia y juventud.

Luego comenzó a pasar algo que yo nunca esperé: por casa de mi madre empezaron a desfilar, venidos de Barranquilla, primos, tíos, amigos de toda la vida, compañeras de colegio. Y aquel viaje que yo imaginé un poco triste y solo, por la ausencia de todos los  que hemos perdido en nuestra familia en los últimos años, se convirtió en una muestra de amor y cariño de una fuerza increíble. Una fuerza centrípeta que me fue envolviendo y empezó a preparar mi viaje hacia Barranquilla, mi ciudad.

Barranquilla era mi  verdadera asignatura pendiente. Allí no sólo nací sino que viví todos mis años de colegio. Es la ciudad donde estuvo mi hogar, la casa de mis abuelos maternos en donde crecí y empecé a soñar el mundo. Yo soy hija del primer matrimonio de mi mamá y al ella volverse a casar, La Curia (siempre la Iglesia) me impidió ir a vivir con ella en Cartagena De Indias. Así que Cartagena se convirtió para mí en la ciudad de las vacaciones y Barranquilla fue siempre mi hogar hasta que me fui a Bogotá a estudiar en la universidad.

Yo tenía cierto resquemor en volver, porque creí que me pesarían mucho las ausencias y el saber que ya no tenía ninguna casa a la que llegar. Por eso empecé a hacer pequeños viajes de ida y vuelta (Cartagena y Barranquilla están a hora y media en coche). Al comienzo, desconocí por completo  la ciudad, había crecido tanto que por momentos sentí que estaba visitando una ciudad nueva. Después, decidí ir por cuatro días y entonces pude recorrerla toda de la mano de la mejor de las guías, una amiga de siempre (y compañera de colegio) desde que ambas teníamos 4 años. Y es que una ciudad, y más Barranquilla, es también su gente, su luz, su olor, sus sabores y así, poco a poco, rodeada de una gran familia que me sorprendió con su presencia constante, y de amigos que no me dejaron entristecerme por lo perdido, comencé a reconectar con la ciudad que fue mía.

Quizás el momento cumbre de mi regreso a Barranquilla fue la presentación de “Para nombrar la madrugada”  en el Centro Cultural Cayena de la Universidad del Norte, el más importante centro educativo de la ciudad. Fue tal la acogida de la gente ( hubo que abrir las puertas del recinto porque no cabía el público), el cariño que me demostraron, la receptividad que tuvo mi poesía que sentí que por fin había vuelto, que era una más entre todos. Me volví a sentir nuevamente barranquillera.

Después, volví a Cartagena De Indias, aún sin ser consciente de que todo había dado la vuelta.  Un mes y medio después ya la sensación de pertenencia había vencido a la de extrañeza, pero eso no lo sabría hasta que llegó el día en que tuve que regresar a España.

He de decir que durante esos dos meses y medio viví también una relación muy intensa con mi madre. No nos separamos nunca durante ese tiempo y yo me dediqué a mirar detalladamente su vida, como diría el escritor aragonés, Manuel Vilas en su novela “Ordesa”. De eso tampoco se despide uno fácilmente, hay una cierta sensación atávica de desprendimiento, de salida del útero nuevamente. Sin darme cuenta me acostumbré a estar con mis hermanos, a las rutinas de mi madre, a su compañía, a sus lecciones de vida  y hoy ya cuento los días para que pronto pueda venir a España para continuar regodeándome con ese aprendizaje. Me siento por ello muy afortunada, porque no todo el mundo que tiene vivo a su padre o a su madre, o a los dos, es consciente de lo importante que es detenerse a contemplar sus vidas. Es una experiencia enriquecedora.

Así que aquí estoy de nuevo en Granada, en la ciudad que elegí para que construir mi hogar rodeada de mis obsesiones: Lorca y la Alhambra.  Vengo de un viaje profundo y enriquecedor de reencuentro conmigo misma y de reconciliación con mi tierra. Me acompaña la alegría de sentirme reconocida y querida por muchísima gente,   el saber que la familia que me acompaña es mucho más grande de lo que pensaba y que mis amigos siguen siendo los mismos incondicionales de la infancia y juventud.

R.P: ¿Qué es la poesía para Flavia Fálquez?

F.F: Para mí la poesía es una forma de nombrar el mundo y al mismo tiempo de apropiarte de él, el poeta tiene la posibilidad de fijar determinados instantes y salvarlos del inclemente paso del tiempo y por ello del olvido. Los poetas, como todas las personas tocadas por el arte, tenemos la posibilidad de ver más allá del común de las personas, vemos lo que es invisible a otros ojos y lo rescatamos por medio de la palabra. La mejor definición la da Lorca cuando dice: (Soy)…” un pulso herido que sonda las cosas del otro lado”.

R.P: ¿Es necesario que el poeta conjugue la  palabra en un ideario, en algo personal y único?

F.F: No lo creo, pienso que la poesía como todo arte, debe ejercerse desde la libertad. El poeta debe decir aquello que le toca el corazón, pero sin perseguir un fin determinado. El poema habla por sí sólo y dirá lo que tenga que decir.

R.P: Lorca es por antonomasia tu poeta de cabecera,  tu guía y tus pasos.

F.F: Federico es para mí mucho más que un poeta de cabecera. Primero, fue un amor loco en mis años de estudiante universitaria y después, con el tiempo, se ha convertido en un compañero, un alter ego, cuyas palabras y las emociones que transmite, me han acompañado en los momentos más importantes de mi vida. Como dice el dramaturgo, Lluís Pascual en un bello libro que ha escrito sobre su relación con García Lorca: “Esto iba a ser, mi hermano…mi gemelo…un espejo al que poder mirarme, un reflejo en forma de refugio…y cuyos pensamientos y emociones se parecían a los míos, o más bien los míos encontraban su libre expresión en la manera como él los contaba”.

Tras sus pasos me vine a Granada, de su mano la conocí y aquí sigo alerta a todo lo que pase con él. Es un tema que no dejo descansar y al que sigo estudiando después de más de 30 años.

R.P: ¿Otros poetas  que hayan influido en ti?

F.F: Muchos. Lorca ha marcado mi vida, pero curiosamente no es el poeta que más ha influido en mi poesía y en mi manera de decir las cosas. La lista podría ser infinita, pero voy a tratar de ceñirme a esos que no pueden faltar en la biblioteca de mi habitación. Empezaré por Cernuda, cuyos poemas me han influido mucho, Salinas, Borges, Cavafis, el colombiano Darío Jaramillo, José Hierro, Ángel González, Cristina Peri Rosi, Dulce Maria Loynaz, José Emilio Pacheco y muchos más. Me quedo corta.

R.P: Tu último libro libro  editado es “Para nombrar la Madrugada “con la editorial MRV.¿Que ha supuesto para ti ¿¿Tienes nuevos proyectos literarios a la vista?

F.F: Ese era un libro que estaba por publicar desde hacía mucho tiempo. Estaba terminado y listo desde hacía algunos años, pero no se habían dado las circunstancias para publicarlo. Así que verlo en negro sobre blanco supuso una gran satisfacción y la sensación de que al fin había pagado una deuda con una época importante de mi vida y con todas aquellas personas que lo inspiraron. Tengo otros proyectos esperando, otros dos libros que pienso que terminaran publicados en uno solo y otro que es el que estoy escribiendo en estos momentos y que para mí  tiene otro tono, tal vez el de la madurez o el de la voz de una sobreviviente.

R.P:  ¿El poeta se reconoce en sus letras? Hay quien dice que al escribir muere algo de nosotros, para luego renacer en el siguiente verso.

F.F: Personalmente me reconozco en todo lo que escribo. Mis poemas son como pequeñas fotografías que con palabras han logrado detener el tiempo y atrapar un instante. Tal vez sea por deformación profesional, pero siento que mis fotografías y los poemas que escribo logran lo mismo: fijar un instante. Detrás de cada poema y cada fotografía hay una historia que puedo recrear cada vez que los leo o miro. Es más, puedo hacer el ejercicio mental para saber  qué circunstancias estaba viviendo, qué estaba haciendo o que estaba sintiendo cuando los creé.

R.P: Tú te has amamantado de la cultura en ambos lados del charco, ¿qué semejanzas, diferencias percibes? ¿Es más lo que nos une ?

F.F: Bueno, nos une una gran herencia literaria, la del castellano. Todo estudiante de colegio o universidad en cualquier país de Suramérica estudia a los grandes clásicos que la literatura castellana. Las diferencias vienen después y están marcadas por la forma de decir o describir un mundo, que a su vez está influido por sus circunstancias sociológicas, por su historia y geografía. Incluso en la propia Colombia se dan diferencias entre una región y otra. No es lo mismo la explosión de colores, palabras y decir del Caribe que la que se da en la meseta donde se encuentra Bogotá a 2700 metros de altura sobre el nivel del mar. Supongo que, parafraseando a Ortega y Gasset, todo artista, todo poeta, a uno u otro lado del “charco”, es él y su circunstancia.

R.P: Para finalizar algo que desees resaltar para los lectores de PROVERSO.

F.F: Sólo que lean mucho y no se detengan nunca. Es la manera más grata de  divertirse, de viajar, crecer o aprender. Y siempre que recomiendo esto se me viene a la mente una frase del escritor francés Gustave Flaubert que aprendí en mi etapa de estudiante y  la cual adopté desde entonces: “el único modo de soportar la existencia es aturdirse en la literatura como en una orgía perpetua»

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FELICIDAD GONZÁLEZ | POESÍA LATIDO A LATIDO

Por: Isabel Rezmo


La poesía tiene que ser vital, humana y cercana. Solo así podemos acercarla a la gente de a pie, convertirla en algo nuestro.

La mayor parte de las veces, puede que sin querer, nos alejemos de la voz poética que reside en lo sencillo, en lo externo. Que lo revistamos de otros sonidos, una máscara que esconde la verdadera peculiaridad del verso. Para ser poeta no hace falta grandes dotes de servilismo, de magnificencia.  Hace falta tener los ojos chispeantes ante las cosas que nos suceden, que amamos o que vivimos. Hace falta  no tomarse la vida en serio, gozarla, disfrutar de las pequeñas cosas que están  nuestro  alcance.

Este mes queremos que os acerquéis a la poeta que vamos a presentar sin tapujos, sin medias tintas, con toda la verdad y la poesía que encierra en su forma de entender la vida.

Felicidad González, Palma de Mallorca. Reciente la publicación de su primer poemario   “Versos despeinados y sin Maquillar” con la editorial Círculo Rojo, octubre 2017, nos acerca a su modo de ver la vida; la poesía, el mundo, la familia…

Ella habitual en su sonrisa, su descaro, su espontaneidad. El dejarse llevar por la vida, por el momento, el aquí y el ahora. Su pilar: su familia, su pareja con quien comparte el amor por la poesía; sus amigos y su nieto Samuel.

Mayte Albores afirma en el prólogo de su libro:

Para ella, el mundo y la vida sólo son posibles cayendo en un salto a un charco de risas, un corazón lanzado al vuelo  desde el puño abierto y a través de un espejo en el que se reconoce libre, niña y mujer (…)

“Mi vida ya no la cuento por años,
la cuento por besos,
la cuento por decepciones,
la cuento por abrazos,
la cuento por desengaños.
Los años que me quedan son los que cuentan
y esta vez, los escribiré más despacio.
No quiero perderme en las comas,
ni jugar con los interrogantes,
quiero saborear cada palabra,
recrearme en cada frase,
sentirme en cada trazo…”

R.P: Buenas tardes, Felicidad. Un placer tenerte en PROVERSO. ¿Qué ha supuesto para ti,  asomarte a la poesía?

F.G: Buenas tardes, el placer es mío, gracias por darme esta oportunidad.

Asomarme a la poesía ha supuesto encontrarme conmigo misma y conocer cosas de mi que desconocía, ahora me amo más y a la vez amo a los demás de otra forma.

R.P: No te voy a preguntar la dicotomía de decir si naciste poeta o se hace uno, pero si preguntarte, cómo fue creciendo en ti esta idea loca maravillosa de dejar versos o decirlos, a pesar de convertirnos en seres contradictorios en muchas ocasiones.

F.G: Te contestaré sin que me lo preguntes, no nací poeta, ni creo que lo sea, escribo sin más.

Hace tres años que me atreví en Facebook a publicar pequeñas cositas y comprobé que me hacía sentir bien y que había muchas personas que se identificaban con lo que escribía y me animaban a continuar, así que cada vez lo hacía más asiduamente hasta llegar a publicar cada día, tenía ya tanto escrito que me animé y un día decidí editar mi propio libro.

R.P:¿Te dejas llevar por la locura? o ¿La vida es demasiado “loca” para tomarla en serio?

F.G: Me dejo llevar por la locura, no sería la misma sin ella, pero esto no quita que no me tome la vida en serio.

R.P: El mejor verso que has escrito hasta ahora es…

F.G: Todo lo que escribo me gusta porque todo forma parte de mí y no es fácil elegir uno, pero puedo atreverme y dejarte uno:

Si tuviera que buscar entre todos tus versos
para quedarme con uno,
te elegiría a ti,
tú, eres mi gran poema.

R.P: Versos,  besos o ambos.

F.G: Ambos, los versos descargan mi alma, los besos alimentan mi corazón.

R.P: Germán tu pareja, es también poeta, ¿cómo se lleva el día a día? ¿Es difícil separar esa condición? ¿Cómo te ha influido a ti personal y poéticamente?

F.G: Bueno, es complicado explicarlo, realmente el poeta es él, lleva escribiendo toda la vida, yo como ya dije anteriormente sólo llevo tres años en este mundo y no me considero así, vivir con un poeta no es fácil, pero el hecho de yo también escribir me ha ayudado a entender que lo que se escribe es lo que se siente y a veces lo que lees duele.

Tiene una ventaja, cuando la comunicación falla, nos comunicamos por versos, a través de ellos plasmamos una necesidad, un malestar o simplemente una llamada de atención.

R.P: Los dos además compagináis la poesía y el teatro.

F.G: Sí, así es, hemos participado ambos en obras de teatro, aunque últimamente dedicamos tanto tiempo a la poesía que nos queda menos tiempo para el teatro.

R.P: Sois habituales en muchos encuentros y presentaciones, ¿Cómo ves el panorama poético?

F.G: Siempre que nos invitan y podemos escaparnos allá vamos, nos encantaría ir a todos, concretamente este año hemos viajado mucho presentando mi libro en diferentes ciudades.

La poesía cuando la vives desde dentro nunca tiene un final y mientras el poeta siga creando esta seguirá latiendo.

 R.P: ¿Podemos cambiar la conciencia con la poesía? ¿Crees que el poeta  tiene  un compromiso mayor o una mayor exigencia?

F.G: Se puede cambiar la conciencia con la poesía, yo soy una prueba de ello, yo no considero que el poeta tenga ningún compromiso ni siquiera ninguna exigencia, la poesía que nace de dentro tiene un valor, ayudar a quien la escribe como parte de una liberación y al que la lee ayudarle a cambiar su yo, a ampliar la visión, dándose cuenta que no está sólo que hay gente que siente como él y que a través de la palabra se renace.

R.P:Ahora mismo, ¿un deseo, un sueño…?

F.G: Deseo que el mundo cambie, que el amor nunca muera.

Y sueño con poder retirarme y trasladarme a un bello lugar sin ajetreo, siempre rodeada de la familia y de los amigos.

R.P: Gracias por estar con nosotros y brindar la ocasión de poder conocerte más a fondo.

F.G: Gracias a vosotros siempre, gracias por el trabajo tan bonito que hacéis y gracias por abrirnos esta ventana al mundo.

Besos y abrazos.