PSICOPATOLOGÍA Y CREATIVIDAD
Por José Marcos Gamarra (Profesor de Piano. Compositor y Pianista)

Sergei Rachmaninoff
Es el 27 de marzo de 1897 en San Petersburgo, tiempo del ciclo de conciertos sinfónicos rusos. La noche se viste de gala por el estreno oficial de la primera sinfonía en Re menor Op. 13 de Sergei Rachmaninoff, obra que le tomo dos años de su vida. La expectativa es grande por el evento pero, algo sale mal esa noche. El maestro ruso Alexander Glazunov quien va a dirigir el concierto, llega ebrio al concierto y la presentación es un rotundo fracaso por la dirección deficiente con la orquesta. Quizás Glazunov subestimo la obra del joven compositor rica y exquisita en voces. La crítica especializada fue muy dura en sus apreciaciones y ello afectó seriamente la salud de Rachmaninoff, causándole una grave depresión. Este fue un periodo de reclusión para Rachmaninoff púes perdió la fe en sí mismo no pudiendo componer nada en años. Dado el problema, se puso en manos del Dr. Nikolái Dahl, especialista en neurología quien le trataría durante la mayor parte del año 1900, con muy buenos resultados, devolviéndole la confianza en sus habilidades creativas. Ensimismado, Rachmaninoff comenzó a escribir los primeros bocetos de la que sería una de las más grandes obras de la música académica: El “Concierto para piano y orquesta nº 2 en Do menor. Este hecho histórico en particular nos hace pensar en lo siguiente: ¿Existe alguna relación entre la creatividad y un trastorno psicológico?
Las relaciones entre la creación artística y las enfermedades mentales han interesado a muchos autores, escritores y músicos. Las diversas historias de los artistas parecen relacionar de manera especial la genialidad con los momentos de aislamiento, depresión o locura. Como se sabe, los artistas son seres hipersensibles con un alto grado de conexión con sus emociones y con la capacidad de poder transmitir los sentimientos propios y ajenos con el lenguaje específico dentro del arte.

Ludwig Van Beethoven
En lo que respecta a la música, el período romántico en particular ofreció un terreno ideal para el desarrollo de las emociones que sirvió de materia prima para la creación de las formas musicales. El individuo elevado a su máxima expresión que padecía y sufría para alcanzar un ideal era el modelo a seguir dentro de esta etapa de la música. Este perfil, fue acuñado de manera excepcional gracias a la figura de Ludwig Van Beethoven. Su imagen de un ser apasionado que se impone a la adversidad púes es dotado de una profunda sensibilidad, sirvieron para poner en lo más alto el rol de compositor de música.
Antes de proseguir hemos de considerar para el conocimiento general, cuatro formas de trastornos (enfermedades mentales). El primero y el más conocido, es el trastorno psicótico llamado comúnmente locura y se caracteriza principalmente por la alteración de la consciencia de la realidad. El segundo trastorno es el neurótico. Sin duda es el más expandido por el mundo y se caracteriza por ser consciente de la realidad pero la actitud y los pensamientos hacia ella están alterados. El tercer trastorno es el psicópata y se caracteriza por la falta de empatía del individuo hacia sus semejantes y por las ideas egoístas. El último se denomina trastorno orgánico cerebral y es el causado por la ingesta y abuso de drogas o alcohol en cantidades industriales a tal punto que el cerebro es afectado en sus procesos de captación de realidad, análisis, elaboración de ideas y pensamiento.
El psiquiatra alemán Ernst Kretschmer está convencido que existe una mayor proporción del síndrome neurótico (maniacos depresivos) y personalidades patológicas entre los artistas que en la población en general. Este postulado alcanza veracidad cuando en la historia vemos como los creadores se rodean de circunstancias poco favorables para lograr sus más grandes obras dentro de su catálogo personal.

George Sand, Frédéric Chopin
Se suma al ejemplo de Rachmaninoff, el período de reclusión en Mallorca por parte de un Chopin enfermo acompañado por su amada George Sand buscando la paz y tranquilidad. En medio de una profunda depresión causada por su enfermedad, Chopin compone el preludio No 15 “Gotas de agua” que relata a lluvia en un frio invierno de aquel lugar.
Al parecer este periodo de comunión consigo mismo, que es el ambiente generado por la depresión, dota al artista de un reconocimiento interno donde las emociones en su mayoría de tristeza y melancolía, son expresadas y proyectadas por el artista afectado. La realidad poco favorable no se deforma y es expuesta relatando el padecimiento en periodos y secciones de la creación musical. La situación adversa el creador es aprovechada de manera inconsciente para sublimar la tragedia con los códigos del arte.
Otro ejemplo notorio es el Robert Schumann cuyo trabajo de creación siempre estuvo afectado por un trastorno en la personalidad. Schumann padecía del trastorno Bipolar, una psicosis (locura) caracterizada por los cambios de estado de ánimo. Se ha demostrado claramente que los años más productivos de Schumann, fueron precedidos por inmensos períodos en los que el compositor alemán permaneció deprimido. En el caso de Schumann, su enfermedad bipolar tiene características muy particulares en donde el cambio de humor apareció de manera recurrente y sin duda esta cualidad estuvo estrechamente ligada a su producción musical. En sus años finales y luego de dejarnos obras de un inmenso valor, su enfermedad lo llevo a terminar sus días en un manicomio.
Hay que establecer la diferencia clara entre psicosis y neurosis. Ambas perturban al ser humano siendo la psicosis, más perjudicial pues conlleva a deformar la realidad producto de las ideas fantásticas. No parece demostrado que los periodos de inestabilidad psíquica favorecen a la creatividad artística. Sin embargo en la neurosis, uno todavía es consciente de la realidad y del aquí y ahora pudiendo restablecer la conexión con la consonancia psíquica luego de periodo de depresión, período rico y vasto en donde como hemos señalado, nos vinculamos de manera muy estrecha con nosotros mismos y las circunstancias desfavorables pudiendo proyectar, gracias a la personalidad del artista que posee rasgos complejos, su tristeza de la manera más bella posible.